Los blancos, que sufrieron durante 120 minutos y durante los dos primeros lanzamientos penales, con el gol de Julián Álvarez y el fallo de Luka Modric, acabó encaminado hacia las semifinales contra el Bayern de Múnich, con un descomunal Bellingham a una pierna y un Rüdiger que no sintió la presión del último disparo.

El Real Madrid, como siempre, evitó caer para reír al último y para ver a Bellingham corriendo hacia los 3.000 aficionados y festejar una victoria que sólo pareció cerca en los primeros diez minutos.

Pasado el minuto doce, Carvajal, sin complicaciones, pegó un pelotazo que pilló al City desprevenido. Vinícius  ganando línea de fondo, puso un centro duro que Rodrygo remató de primera para estamparse en Ederson, pero hubo una segunda oportunidad. La pelota quedó viva en los pies de Rodrygo, que empujó a placer, para el 0-1. 

El City coqueteó con el gol e implantó una sensación de miedo permanente en el área del Madrid. El premio llegó a los 31’ST, Doku encaró al uruguayo, le dejó atrás y puso un centro que Rüdiger expulsó como pudo. Camavinga no persiguió a De Bruyne y el belga, con un caramalo dentro del área, la estampó en la red, en un disparo imposible para Lunin.

Entre baño y baño del City, llegó la prórroga, que finalizó con el empate 1-1.

Con los dos equipos fundidos, la eliminatoria se fue a penaltis. Ni tirando primero, ni con Modric fallando su primer lanzamiento, el City fue capaz de destronar al rey.

Bernardo, tiró a las manos de Lunin, y por un paradón del ucraniano, a Kovacic. Bellinhgham, Nacho y Rüdiger no fallaron y el Madrid, casi sin saber cómo, vuelve a semis. 

Kimmich pone al Bayern en semis

Un solitario gol de cabeza de Joshua Kimmich le dio la victoria al Bayern Múnich por 1-0 ante el Arsenal lo que pone al equipo bávaro en semifinales de la Liga de Campeones tras el 2-2 de la ida en Londres.

Kimmich marcó de cabeza (18’ST) a centro desde la izquierda de Raphael Guerreiro en un segundo tiempo en el que el Bayern fue el equipo que tuvo más llegada.

El Arsenal apretó hacia el final pero era demasiado tarde. 

Bayern respiró al saberse en semifinales al final de una eliminatoria a la que no había llegado como favorito.