La entrega de carretillas de madera de parte de la Gobernación de Ñeembucú generó indignación y burla en redes sociales. En la institución indicaron que son para oleros y que la distribución se hace a pedido del sector.

Los trabajadores del área indicaron que las maderas (cedro y lapacho) utilizadas para la fabricación de las carretillas son buenas, pero que la rueda debe ser de hierro. Advirtieron también que no tienen la fuerza para resistir carga pesada, como el lodo y los ladrillos elaborados.

Ayer nuevamente los internautas expresaron indignación por las redes sociales, principalmente Facebook al viralizarse la fotografía de una de las carretillas que quedó sin la rueda al no soportar el peso del lodo. Según nuestras fuentes, pertenece a un olero de la compañía Valle Apu’a de Pilar.

El presidente del comité Oleros Unidos de Valle Apu’a, Nicolás Vera, señaló que recibió las imágenes de la carretilla que perdió la rueda. Indicó que aún no pudieron precisar a quiénes pertenecerían porque la institución departamental ya entregó aproximadamente 200 unidades en diversos puntos del Ñeembucú.

“La carretilla o carro de mano, como nosotros le llamamos, es demasiado frágil. La rueda que tiene no es la adecuada porque tiene el tamaño de un triciclo. La madera es demasiado frágil”, dijo Vera.

Indicó que en Valle Apu’a hay carpinteros que fabrican las carretillas con rueda de hierro a G. 150.000. Sin embargo, la Gobernación adquirió cada unidad a 250.000 o hasta 280.000 guaraníes, según la institución.

Lamentó que nadie les haya preguntado a los oleros sobre las características que deben tener las carretillas para que puedan ser útiles a los trabajadores. “Estas carretillas no nos sirven para la olería”, agregó.

Alfredo Pérez, otro olero de Valle Apu’a, indicó que el problema de las carretillas son las ruedas, que no resisten el peso. Dijo que en su caso cambió la rueda de madera por una de hierro y la utiliza sin problemas.

Intentamos obtener la versión del secretario de Desarrollo Productivo de la Gobernación, Víctor Quintana, pero no respondió nuestras llamadas ni mensajes de texto enviados a su celular.