De acuerdo con la nota, el terrorista fue identificado con el nombre de guerra Abu Mansur, y fue “uno de los líderes criminales más importantes” del Estado Islámico.

Asimismo, se le considera responsable de “atacar a ciudadanos” en la provincia de Al Anbar, y además ocupó otros puestos dentro del organigrama de Estado Islámico tanto en Irak como en Siria, según el comunicado, que no aportó más detalles.

La muerte de Abu Mansur supone la segunda de un gobernador del EI en Al Anbar en cuatro meses, después de que el anterior fuera abatido en una operación del Ejército a mediados de febrero.

Al Anbar acumula la mayor parte de células activas de los radicales en Irak, y habitualmente realiza atentados contra las fuerzas de seguridad, además de civiles.

El EI conquistó amplias áreas de Irak en 2014, especialmente en zonas suníes, y fue perdiendo el control de esos territorios a manos de las fuerzas iraquíes, hasta que a finales de 2017 el Gobierno de Bagdad declaró la victoria sobre la organización terrorista.

Sin embargo, células yihadistas siguen activas y llevan a cabo ataques en distintos puntos del país, sobre todo contra las fuerzas de seguridad y militares.

Según cifras anunciadas por la ONU en febrero, el EI tiene entre 6.000 y 10.000 combatientes en Irak y Siria, y continúa lanzando ataques a un ritmo constante.