Este acuerdo estructurado en tres pasos comienza con un alto el fuego , donde Israel pondría en pausa todas las actividades militares, incluida la vigilancia con aviones no tripulados, lo que permitiría a Hamás prepararse para la liberación de los rehenes.

La primera fase también incluye la liberación de rehenes civiles, en concreto ancianos, enfermos y dos niños , prometida por Hamás en un anterior intercambio de prisioneros en noviembre. La población de Gaza tendría plena libertad de circulación dentro del territorio durante este período.

Avanzando a la segunda fase, Hamás procedería a la liberación de soldados israelíes, mientras que Israel intensificaría el envío de ayuda humanitaria a Gaza, acompañada de la reactivación de servicios esenciales como hospitales, panaderías y suministros de agua.

Según se informa, Hamás ha establecido la condición de que por cada soldado de las FDI liberado, Israel debe liberar a 150 terroristas convictos. En una posible tercera etapa del acuerdo, Hamás liberaría a los soldados varones y los cuerpos de los rehenes fallecidos.

El WSJ indica que, si Israel se opone a la liberación de terroristas de alto perfil, Hamás aún podría retener algunos rehenes. El grupo también exige la devolución de los cuerpos de los terroristas del 7 de Octubre, actualmente en posesión de Israel, como parte del acuerdo.

Hamás refuerza la necesidad de que cualquier acuerdo de intercambio de prisioneros implique un alto el fuego a largo plazo, pero considera aceptable una tregua temporal, siempre que vaya acompañada de garantías de un compromiso más amplio.

Por otro lado, fuentes cercanas a Benjamín Netanyahu informaron al WSJ que el primer ministro cree en la posibilidad de que Israel rescate a los rehenes restantes mediante operaciones militares, obviando la necesidad de un intercambio de prisioneros. La oficina del primer ministro Benjamín Netanyahu no hizo comentarios sobre el asunto.