A cuatro años de cárcel fue condenado por homicidio culposo Gerardo Giovanni Rebolledo Trinidad (35), conductor de un bus que le atropelló a una mujer que esperaba el ómnibus en Ñemby. Días atrás, también fue condenado otro chofer de bus que no auxilió a la joven Liz Vera, quien cayó de una unidad de la empresa Paraguarí tras ser asaltada. Ambos hechos sucedieron en el 2021.

El 24 de septiembre de 2021, Olga Beatriz Quintana (68) aguardaba el bus en el barrio Pa’i Ñu de Ñemby, en horas de la tarde. De pronto, y sin percatarse, cerca de las 15:00 le atropella el colectivo de la Línea 10 San Juan SA, que era conducido por el hoy condenado.

La mujer murió en el acto, por un traumatismo de cráneo encefálico.

Finalmente, la fiscala Lourdes Bobadilla presentó la pericia accidentológica, donde se pudo descubrir que el accidente fue porque el conductor hizo una maniobra de giro a alta velocidad, lo que no le permitió ver a la mujer que se encontraba en la calle.

Para el Tribunal también fue fundamental la declaración de un testigo presencial para dictar la condena.

Sentencia por muerte de Liz Vera

Días atrás fueron condenados el chofer del bus en el que viajaba Liz Mariela Vera (24) y el ladrón que le robó el celular, tras el cual ella se arrojó del ómnibus en movimiento y cayó de forma tal que falleció por el impacto contra el asfalto.

Liz Vera, víctima.

El trágico hecho sucedió en el 2021. Liz intentó alcanzar al supuesto vendedor ambulante que le arrebató el teléfono, dentro del colectivo cuando viajaba por la ciudad de Fernando de la Mora, en el Departamento Central.

El ladrón se tiró del bus, que seguía en marcha, y ella, al bajarse tras él, perdió el equilibrio, cayó de espalda y se golpeó la cabeza; quedó en estado delicado. Fue sometida a una cirugía, pero no lograron salvarla y murió el 12 de setiembre de ese año.

“La omisión de auxilio del chofer es porque no se detuvo en el momento. Los pasajeros le hicieron señas para que se quedara y se nota que aceleró bastante, no fue capaz de quedarse a socorrerla”, había dicho el fiscal Itálico Rienzi, quien llevó adelante el caso.

Finalmente y tras cuatro años de proceso, el caso llegó a juicio y los jueces Dina Marchuk, Óscar Rodríguez Masi y Julio Granada condenaron a cinco años de cárcel por homicidio culposo y omisión de auxilio al chofer Édgar Alfonzo Rotela, quien no detuvo la marcha y no ayudó a la joven.

Según la acusación de la Fiscalía, el chofer no tuvo la intención de auxiliar.

Por su parte, fue condenado también a cinco años de prisión Pablo Daniel Corvalán, el joven que le sacó el celular y se dio a la fuga.