«El discurso de Santiago Peña transmitió sectarismo, arrogancia, poca reflexión e incomodidad frente a las críticas; fustigó a la izquierda, pero se pasó exponiendo programas sociales y asistencialistas como principales logros de su gobierno. Necesita más humildad y apertura», destacó el senador Eduardo Nakayama.

Otro parlamentario que considera que el jefe de estado fue hasta «agresivo» fue el senador por el PDP, Rafael Filizzola.

«Nunca asistí a un mensaje presidencial tan sectario y agresivo. ¿Qué entiende @SantiPenap por democracia? ¡Se pasó descalificando a quiénes pensamos distinto!», resaltó.

«Su lenguaje fue más propio de esos foros fascistoides que tanto le gustan. Además, mintió. Habló de lo social, de seguridad y de pobreza con cifras que no son reales», agregó.

Dijo además que Peña «engañó antes a su partido y hoy al Congreso y al pueblo paraguayo».

«Además de faltar al respeto a tantos compatriotas que no somos de su facción y somos muchos más que quienes le votaron».

La diputada Rocío Vallejo pidió incluso antes de la sesión del Congreso, que «no mienta», ya que la realidad pintada por el jefe de estado no es la misma realidad que viven los paraguayos, según alertó.

Incluso, el legislador colorado (disidente) incluso aplazó a la ministra de Obras Públicas, Claudia Centurión quien a su criterio debe ser destituida y agregó que María Teresa Barán de Salud Pública que «sigue a prueba», pese ya los dos años de gestión.