La multitudinaria protesta, organizada por grupos de izquierda, degeneró en serios disturbios. Encapuchados se enfrentaron a los policías con piedras y cócteles molotov en los aledaños del Congreso. Los agentes respondieron con balas de goma, cargas y fuerzas en motocicleta.

Los manifestantes consideran que el acuerdo con el FMI supondrá un "ajuste brutal" que repercutirá en las condiciones de vida de la población.

El pacto con el FMI, que ahora tiene que ser aprobado por el Senado, ha creado muchas tensiones en el seno de la coalición oficialista. El sector kirchnerista, encabezado por Máximo Kichner, diputado e hijo de la vicepresidenta Cristina Fernández, se opone. El acuerdo contempla metas en el déficit público, límites en la emisión monetaria, así como una reducción de los subsidios a la energía, entre otras medidas.