Ahora, después de casi 480 años, la catedral vuelve a tener un retablo de tres alas, gracias al trabajo de Michael Triegel que completó una obra destruida por radicales de pasados siglos. El cuadro muestra una escena al estilo de lapintura renacentistaque guarda sorpresas: María, que sostiene a su hijo recién nacido, es una mujer joven y atractiva. Jóvenes tocan música a sus pies. En el fondo, diez personas, seis mujeres y cuatro hombres, sostienen un precioso paño protector. También hay un rabino y un hombre con una gorra de béisbol roja.

Arte religioso en el Siglo XXI

Michael Triegel, de 53 años, es actualmente el pintor de arte religioso más importante de Alemania. Triegel ha creado toda una serie de obras religiosas al estilo de la pintura renacentista. Después de dos pinturas para altares en iglesias protestantes más pequeñas en la Baja Sajonia en 2004 y 2005, diseñó grandes obras para varias iglesias católicas en Franconia y, más recientemente, también vitrales de iglesia en Sajonia-Anhalt. Su perfección y carisma hacen del altar de Naumburgo una de las principales obras de Triegel.

Parte del estilo de Triegel es lo personal, y la irritación. El hombre con la gorra de béisbol es un indigente de Roma que representa a Pedro, sosteniendo la llave en su mano izquierda. En la escena también aparece una versión moderna de Isabel de Turingia (1207-1231). Y por encima del hombro de María, el teólogo protestante Dietrich Bonhoeffer (1906-1945), ejecutado por los nacionalsocialistas en abril de 1945, mira al espectador a los ojos.

Una obra ecuménica

Este -como todo el altar- también es una obra ecuménica. El pintor (católico) Triegel completó las partes centrales del altar del pintor (católico) Lucas Cranach el Viejo (1472-1553), que éste había pintado para Naumburgo en 1519 y que habían sido destrozadas por los iconoclastas protestantes radicales en 1541. Solo las dos alas laterales sobrevivieron al furor. Ahora enmarcan los elementos de Triegel. El proyecto se llama "Triegel meets Cranach".

La "Vereinigte Domstifter" (Fundaciones Unidas de Catedrales), una fundación estatal independiente de la iglesia protestante, propietaria de la catedral y de las obras de arte, volvió a elegir deliberadamente el motivo central de María. En el catálogo del altar, el obispo estatal protestante Friedrich Kramer lo elogia como un "importante impulso ecuménico". Y el "ministro ecuménico" del Vaticano, el cardenal Kurt Koch, expresa la esperanza de que el "renovado altar mariano de Naumburgo" se convierta en "un símbolo de la renovada unidad eclesial".

(jov/er)