Según The Jerusalem Post, muchos atletas también recibieron llamadas de números extranjeros. El jueves y viernes, 15 atletas y sus equipos recibieron amenazas de muerte idénticas por correo electrónico, advirtiéndoles que los matarían si llegaban a Francia.

El correo electrónico anónimo decía que el remitente tenía la intención de dañar “cualquier presencia israelí en los Juegos Olímpicos” y decía que si algún delegado israelí asistiera, se vería perjudicado.

El correo electrónico amenazaba con repetir la acción de Munich 1972 y decía a los atletas: “¡Prepárense para la intifada!”

Durante los Juegos Olímpicos de Munich de 1972, 11 israelíes fueron asesinados por el grupo terrorista palestino Septiembre Negro.

El presidente del Comité Olímpico de Israel, Yael Arad, dijo: “Teníamos claro que estas amenazas sucederían. Nos preparamos para esto. Instruimos a los deportistas sobre cómo actuar cuando esto sucede y hemos tenido muchas conversaciones y reuniones sobre el tema”, informó.

Shin Bet en París

El equipo olímpico israelí llegó a París y fue recibido por un equipo de alta seguridad.

La publicación británica The Telegraph anunció en exclusiva el sábado 20 que Israel enviaría agentes armados del Shin Bet (Agencia de Seguridad de Israel) a París para preparar la mayor operación de seguridad jamás realizada para los atletas israelíes en los Juegos Olímpicos.

El Ministro de Cultura y Deportes de Israel, Miki Zohar, dijo a The Telegraph: "Sabemos que hay amenazas [contra el equipo], pero no queremos hablar de ello". Sin embargo, continuó diciendo que los preparativos de seguridad para los Juegos comenzaron hace un año y que el presupuesto de seguridad del equipo se había duplicado para compensar las crecientes amenazas contra judíos e israelíes como resultado de la guerra entre Israel y Hamas.

Ochenta y ocho atletas israelíes participarán en los juegos. Todos recibirán los detalles de seguridad del Shin Bet. “Hacemos todo lo posible para que los deportistas se sientan libres, pero también seguros y sin miedo. No queremos que se fijen demasiado en los guardias de seguridad”, dijo.