La novela del senador Rivas

Desde hace unas semanas, el senador Rivas se encuentra en el ojo de la tormenta, su título de abogado aparentemente es falso y el mismo nunca habría cursado la carrera de Derecho.

El mismo ha argumentado que su título es completamente válido y está avalado por el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC). Y para ilustrar su punto, argumentó: “Alguien puede decir mañana que Beto Ovelar no es hombre, pero si nadie avala eso, es hombre”. Entienda el que pueda.

Además, saltaron otras incongruencias, según la información disponible, el certificado de estudios del senador indica que su trabajo de tesis fue realizado sobre el tema de “Robo Agravado”. Sin embargo, en declaraciones previas a los medios de prensa, el senador había afirmado que su tesis versaba sobre “Reelección Presidencial”.

Lo que es claro, más allá de cualquier duda razonable, es que la situación se ha tornado insostenible. La integridad y la coherencia son, después de todo, la base sobre la que se erige la confianza en nuestras instituciones y en aquellos que las representan.

Por otra parte, Zacarías Irún, quien ocupaba la posición de suplente Nº1 en el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM), ha presentado su renuncia ante el Senado, citando “motivos estrictamente de índole personal” para su decisión. Esta situación abre la puerta a cambios significativos en la composición del JEM.

Esto fortalece la posibilidad de que Derlis Maidana sea el próximo en línea para reemplazar a Rivas, mientras que Mario Varela tomaría el lugar dejado por Zacarías Irún.

La memorable defensa de “Bachi” Núñez

“Acá no nos representa el que es mejor, sino el que tiene más votos”, dijo Núñez al ser consultado sobre la representación de Rivas en el JEM, dejando claro que la meritocracia es un concepto bonito para los libros de texto, pero en la práctica, lo que realmente importa es saber jugar el juego. Y es que, según Núñez, Hernán Rivas es un “excelente lobbista”.

El intendente y su honorable esposa

El intendente de Asunción expresó a los medios de comunicación que, en algún momento de su vida, la senadora Celeste Amarilla tuvo el inmenso honor (o desgracia, según se mire) de ser su mujer.

Pero claro, como en toda buena telenovela que se respete, no podía faltar el giro dramático. Según el propio intendente, Amarilla consumida por los celos, fue la encargada de esparcir el rumor de un supuesto “fato” entre su actual esposa, la también senadora Lizarella Valiente, y el senador Bachi Ñúnez.

La senadora Lizarella también ha sido objeto de un agravio público. En un acto que ha dejado a la opinión pública prácticamente en estado de shock, el intendente perdió el control y realizó comentarios inapropiados y denigrantes sobre las partes íntimas de su esposa, tratándolas de manera irrespetuosa y vejatoria.

Este acto de violencia verbal deja en evidencia prácticas machistas y degradantes, y no falta el rumor de que estos escándalos serían una cortina de humo para desviar la atención de otros temas críticos y preocupantes.

Chaqueñito y su “exempleado”

El senador ha protagonizado un intercambio de palabras nada menos que con un supuesto exempleado suyo, a través del escenario más prestigioso de nuestros tiempos: las redes sociales.

Según los rumores, el legislador en cuestión habría usado su influencia y poder para ubicar a este individuo en un puesto dentro del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE), y hasta lo habría llevado a su casa a vivir. Pero el romance no duró para siempre y el exempleado decidió ventilar varias cositas en la plaza pública virtual.

El legislador, ni corto ni perezoso, no tardó en responder, defendiendo su honor y su buen nombre con la destreza de un espadachín, pero unas horas más tarde, desmintió sus propias declaraciones. “No fui yo”, dijo, “alguien más debe haber usado mi cuenta”. Y así, como por arte de magia, intentó borrar sus huellas y salir ileso de la contienda.

¿Misoginia en el Senado?

La senadora Yolanda Paredes hizo referencia a varios incidentes recientes que, en su opinión, son parte de una campaña coordinada para desacreditar y silenciar a estas mujeres que se han atrevido a enfrentar la corrupción.

Entre estos incidentes, mencionó las declaraciones del intendente Nenecho Rodríguez contra Celeste Amarilla, una denuncia presentada contra Kattya González y la notificación para que ella misma, Yolanda Paredes, declare como testigo en una causa por supuesta coacción sexual.

Y para rematar… Un aumentazo 

El Poder Ejecutivo, en un acto de generosidad sin precedentes, ha solicitado un modesto aumento de tan solo G. 5 millones en el salario de nuestros abnegados legisladores.

El costo de este pequeño ajuste salarial es de apenas G. 7.000.000.000, una cifra que, por casualidad, coincide con el monto que se destinaba anteriormente a los parlasurianos.

Es evidente que estas situaciones han generado una gran indignación y malestar en la ciudadanía. Es imperativo que reflexionemos sobre el tipo de sociedad que queremos construir. La democracia debe ser un sistema inclusivo, que atienda las necesidades de todos y no solo de unos pocos.

Estamos ante lo que podría considerarse como el peor senado y grupo de diputados de la era democrática. Su comportamiento y sus acciones dejan mucho que desear, y la sociedad debe mantenerse alerta.