El incidente relata que el padre del adolescente llamó a la Policía Militar, informando que su hijo salió escondido de la casa en las primeras horas de la mañana y se dirigió a la casa del sacerdote de 41 años. Los militares acudieron al inmueble donde se encontraba el menor y encontraron el portón entreabierto.

Una vez en el patio trasero, la policía llamó al sacerdote por su nombre y este abrió la puerta. El adolescente estaba en la casa y luego la policía interrogó al sacerdote sobre por qué el menor estaba allí. El hombre respondió entonces que había llamado al niño para discutir asuntos relacionados con el campamento de la iglesia.

La adolescente contó que el sacerdote ofreció R$ 2.000 por tener relaciones sexuales. Al llegar a la casa, el hombre puso su mano en las partes íntimas del adolescente, quien se asustó y corrió al baño, donde se encerró y llamó a su padre. Fue entonces cuando llamó a la Policía Militar. El caso quedó registrado como acoso sexual.

El informe contactó a la archidiócesis de Campo Grande, que manifestó que estaba preparando una nota oficial sobre lo sucedido.