La selección nacional, dirigida por Ricardo Le Fort, saltó al campo con Daniel Cabral, Lucas Otaño, Enrique Quinteros, Mariano Garcete, Ignacio Martínez, Carlos Plate, Ariel Núñez, Marcos Riquelme, Diego Miño, Joaquín Mussi, Sebastián Urbieta, Tomás Mussi, Juan González, Gianfranco Parodi y Arturo López.

Por su lado, los verdeamarelos arrancaron con Brandon Alves, Endy Willian, Matheus Rocha, Gabriel Paganini, Gabriel Oliveira, Adrio De Melo, Matheus Claudio, André Arruda, Felipe Goncalves, Lucas Spago, Lorenzo Massari, Víctor Silva, Daniel Lima, Guilherme Coghetto y Sergio Luna.

Partido intenso y de fuerzas parejas, peleado metro a metro y de punta a punta. Los primeros puntos llegaron a través de patadas a los palos de Sebastián Urbieta (6') y Lucas Spago (9').

El árbitro argentino Neuhén Jauri Rivero no permitió que el partido se le vaya de las manos y amonestó a Rocha y Quinteros en la primera escaramuza.

Brasil aguantó la embestida albirroja, equiparó el juego y tomó ventaja sobre el final de la primera parte con los tries de Víctor Silva (más conversión de Spago) y Guileherme Coghetto (3-15). Paraguay pecó de irresoluto. 

Los Yacarés volvieron con todo de vestuarios, pero tuvieron otro revés con el try del hooker brasileño Enrique Ferreira, que acrecentó la brecha (más conversión, 3-22).

Pero el scrum fue un baluarte de los paraguayos, que lo utilizaron hasta conseguir un try penal y ponerse 10-22 sobre 52' de juego, lo que dio pie a alguna que otra esperanza.

Brasil pareció sentenciar con el try de Adrio de Melo (conversión de Spago) y Paraguay lo descontó de nuevo de la mano de Juan Chilavert (conversión de Urbieta). 

Brasil llegó a ostentar 17 puntos de ventaja, pero sufrió la amarilla a un hombre importante como Cleber Dias, y Paraguay lo aprovechó para descontar con la aparición de Juan González (22-34).

Sergio Luna, sobre 37' (conversión de Tranquez), decretó el triunfo visitante. 22-41 y nada más.

Así como pasó en Barranquilla el año pasado, Brasil se impuso a Paraguay y consecuentemente extiende su reinado en el 4 Naciones. 

Mucho que rescatar en Paraguay. Talento joven, volumen de juego, destrezas y ritmo interesante, argumentos que auguran un progreso continuo de un equipo llamado a impulsar la práctica del deporte de la ovalada en el país.