Los casos de corrupción en Paraguay tienen un elemento común, las chicanas, que obligan a un lento avance en la Justicia, además de la Fiscalía, ya sea en la etapa de investigación penal, como en la intermedia y ni qué decir a la hora de ir a juicio.

Pese a eso, hace poco se logró la condena más alta por enriquecimiento ilícito y declaración falsa y fue contra el ex senador Óscar González Daher, con 7 años de cárcel. Su hijo Óscar González Chaves también tuvo pena de 8 años. Para ambos, hubo comiso especial de G. 35.000 millones.

Su hermano Ramón González Daher y su hijo Fernando González Karjallo serán juzgados por usura y lavado de dinero. Aquí la nota fue el extravío de los cheques que eran evidencia del caso.

Otro sonado caso, muy trabado, fue del ex senador Víctor Bogado, cuya pena está firme, pero recurrirá ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), según adelantó.

Sin embargo, en la mayoría de los casos, como los del senador Rodolfo Friedmann, Tomás Rivas, Miguel Jorge Cuevas, entre otros, luego de mucho tiempo llegan incluso para la audiencia preliminar.

Entre las causas más lentas, están las de los ex ministros de Agricultura, Enzo Cardozo y Rody Godoy, los que inclusive llegaron a solicitar la prescripción de sus causas.

También tuvo lento avance el caso contra el ex fiscal general del Estado Francisco Javier Díaz Verón, quien tendrá que enfrentar juicio. Otro que será enjuiciado es el ex contralor Enrique García, por un presunto caso de falsificación.

Los ex intendentes Mario Ferreiro y Óscar Rodríguez tienen pedido de sobreseimiento provisional en el conocido como caso Empo, mientras que el primero tiene acusación por el caso conocido como “asado de fin de semana”.

En la mayoría de los casos, los agentes del Ministerio Público piden plazo extraordinario para investigar, por lo que las pesquisas duran un año, tras lo cual viene la acusación y la preliminar tarda como mínimo un año más.