La estadística oficial de la Policía Nacional evidencia que los antinarcóticos de la oficina regional nº 2 del Alto Paraná no han ejecutado procedimiento importante en los últimos meses en esta parte del país, pese a que literalmente la zona está comandada por narcotraficantes de cocaína y marihuana. Esta situación, supuestamente, obedece a que los agentes policiales destinados a esta dependencia policial se limitan en recibir coimas de los narcotraficantes a cambio del “permiso” para permitirles operar.

Los principales recaudadores son intocables, ya que supuestamente rinden sumas millonarias a los jefes de turno. Sin embargo, una gran parte del dinero estarían embolsando atendiendo a que a menudo entrenan lujosas camionetas, mansiones y granjas, bienes que inscriben a nombre de personas de su confianza. El que recientemente adquirió una granja modelo es el suboficial Claudio Arce, quien habría pagado nada menos que 250 mil dólares por una quinta modelo ubicada camino a la planta de Petropar de Hernandarias. Este bien, supuestamente, adquirió de un narcoempresario e inscribió a nombre de los padres de su esposa, Nathalia Carolina Cabral, con quien recientemente tuvo un problema por violencia familiar que se diligenció ante el juzgado de paz, a cargo de la jueza Feliciana Florentín, quien sugestivamente no informó del hecho al Ministerio Público. Este mismo suboficial, cuyo salario no supera los G. 5 millones, cuenta con una estación de servicio en el límite de Presidente Franco con Ciudad del Este.

Esta empresa, supuestamente, también aparece a nombre de su esposa, una contadora, quien ni siquiera ejerce la profesión, revelan fuentes. Este suboficial además siempre contó con el acompañamiento de sus dos hermanos, el también suboficial Gregorio Arce y el oficial Luciano Arce, quienes también viven a cuerpo de rey en Ciudad del Este.

Otro suboficial mimado por su gran potencial de recaudador es Pedro Moral, quien cuenta con cuantiosos patrimonios, uno de ellos, una granja modelo, ubicada sobre el río Acaray, también del lado de Hernandarias. Los antecedentes de Moral revelan que estuvo involucrado en varias investigaciones, incluso en el robo de 180 kilos de cocaína a un narcotraficante. Entre otros que también siempre permaneció en este departamento que apetece a cualquier policía es el suboficial César Portillo, quien también amasó una incalculable fortuna desde el departamento de antinarcóticos de la Policía.

FISCALES TÍTERES

Otro dato importante es la influencia que tienen estos mismos agentes policiales sobre los fiscales, pues solamente informan de los casos que no son de su interés, cuando se trata de microtráfico. El fiscal que sería uña y mugre con estos policías sería el especializado en antinarcóticos, Elvio Aguilera, según revelaron las fuentes.