La información proviene de un panel interactivo recientemente lanzado por la Receita Federal de Brasil (Aduana) (RFB), una herramienta inédita que busca dar transparencia y acceso público a los datos de incautaciones realizadas durante los años 2023, 2024 y 2025.

La plataforma muestra el volumen y tipo de productos decomisados en el marco de acciones de fiscalización y combate al contrabando. En total, el valor de los cigarrillos incautados asciende a R$ 848 millones (más de 150 millones de dólares al cambio actual), colocándolos como el producto más contrabandeado en Brasil.

Le siguen los teléfonos móviles con R$ 485 millones (88 millones de dólares) y productos electrónicos valorados por R$ 172 millones (más de 31 millones de dólares), según refleja el gráfico divulgado por la RFB.

El informe pone el foco, una vez más, sobre la frontera compartida entre Brasil, Paraguay y Argentina, donde Alto Paraná funciona como un punto neurálgico para el ingreso de mercaderías ilegales al mercado brasilero.

Esta zona es vigilada de forma permanente por fuerzas de seguridad de ambos países, aunque el flujo de productos, particularmente cigarrillos de producción paraguaya, sigue siendo constante. Brasil prohíbe la comercialización de cigarrillos importados que no cumplan las regulaciones sanitarias locales, lo que hace del contrabando un negocio lucrativo.

En Paraguay, la industria tabacalera produce a bajos costos, lo que favorece su reventa ilegal en territorio brasileño a precios muy inferiores a los del mercado legal. El estado de Paraná aparece como el mayor receptor e incautador de productos ilegales, con un total de R$ 1.189 millones en mercaderías interceptadas.

Las rutas terrestres que cruzan la frontera por Foz de Yguazú y otros pasos clandestinos se consolidan como los principales canales del contrabando, en especial de cigarrillos. “La intención es ofrecer una visión clara y actualizada de nuestras acciones de combate al contrabando, promoviendo mayor transparencia”, indicó la Receita Federal al presentar el nuevo panel.

El negocio del contrabando de cigarrillos no solo evade impuestos millonarios, sino que también financia actividades ilegales y debilita la industria formal del tabaco en Brasil. A su vez, representa un desafío de salud pública, al tratarse de productos que escapan a los controles sanitarios.

Las autoridades brasileñas esperan que la transparencia de estos datos sirva como insumo tanto para la elaboración de políticas públicas como para fomentar el debate sobre la cooperación regional, especialmente con Paraguay, en la lucha contra este flagelo económico y social. Mientras tanto, el cigarrillo paraguayo continúa su reinado en el mercado negro brasileño, en una dinámica que desafía controles, fronteras y voluntades.