El ministro de Relaciones Exteriores, Rubén Ramírez Lezcano, informó hoy en Palacio de López sobre la disposición del Gobierno de cerrar cinco embajadas y siete consulados. Indicó que esa decisión “no significa un repliegue en la política internacional ni en la prioridad de inserción al mundo del presidente Santiago Peña”. Así respondió ante las críticas de varios sectores

A inicios de este mes, el canciller nacional comunicó al Senado la decisión de cerrar las embajadas en Egipto, Canadá, Portugal, Australia y Suiza, por no contar con reciprocidad diplomática. Estos países serán atendidos por sedes diplomáticas concurrentes. Según estimaciones, el ahorro anual será de US$ 8 millones.

Más allá del cierre de embajadas, la Cancillería nacional estudia la apertura de los consulados en Lisboa (Portugal) y en Camberra (Australia).

Conforme a los datos oficiales, cerrarán sus puertas los consulados en Mendoza, Córdoba, Corrientes y Neuquén, en Argentina. En Brasil, los consulados en Campo Grande y Porto Alegre. Y en Bolivia, el consulado en Villa Montes.

“Ahorro importante”

En la reunión con la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, Ramírez Lezcano ya anunció días atrás que cerrarían sus puertas varios consulados. “Nuestro país tiene que ir tomando decisiones inherentes a las representaciones diplomáticas de acuerdo a los recursos presupuestarios existentes para ese propósito”, expresó el canciller nacional, al culminar la toma de juramento de nuevos embajadores paraguayos ante el presidente Santiago Peña.

“Esto representa un ahorro importante, pero más que el ahorro lo que se está persiguiendo es la eficiencia”, puntualizó Ramírez Lezcano en Palacio de López. El ministro de Relaciones Exteriores anunció que el Gobierno de Peña decidió cerrar cinco embajadas residentes de Paraguay “amparados en una cuestión de reciprocidad y fundada en una cuestión presupuestaria”.

“Nosotros vamos a tener concurrencias, en el caso de Canadá, desde nuestra Embajada en Washington. En el caso de Suiza tenemos representación en Ginebra ante las Naciones Unidas, o la representación en París”, dijo. Agregó que la decisión fue tomada “luego de un largo análisis”.