La exigencia de los trabajadores para la disminución de precios de los combustibles se basa en que desde que comenzó a aumentar, sus ganancias se vieron ostensiblemente menguadas, debido a la menor cantidad de traslados, situación que ya está afectando la calidad de vida de los mismos y la de sus familias.

Frente a Petropar, los trabajadores solicitaron la presencia del presidente del ente, Denis Lichi, quien quiso dialogar en su despacho con los representantes de los manifestantes, pero estos se negaron a ingresar. A causa de la negativa, se hizo presente en el lugar de la protesta un representante del ente, a quien los trabajadores, ya bastante alterados, solicitaron que disminuyan los precios de los combustibles, a lo que el funcionario respondió que conceder eso era imposible. “Se podría evitar volver a aumentar, pero no se pueden disminuir los precios ya fijados”, dijo el mismo a los medios de prensa.

Indico también que los precios de los combustibles se fijaban de acuerdo a los precios de los derivados de petróleo en el mercado internacional.

Ante la respuesta negativa de Petropar, los trabajadores se dirigieron con sus vehículos hasta la zona del Puente Remanso, en donde cerraron media calzada, en señal de protesta, lo que produjo una larga cola de vehículos que esperaban cruzar hasta el otro lado del río.

Patricia Villasanti, representante del gremio, dijo que piden que el precio se reduzca al monto de la última suba de G. 600. Alegó que la medida se debe a que la suba afecta a toda la ciudadanía y se hace insostenible. “Estamos perdiendo horas de trabajo con esta protesta, mientras nos traen a militares y policías a reprimir por reclamar nuestros derechos”, indicó. Agregó que la protesta no tiene fecha de conclusión y que seguirá hasta conseguir una respuesta de las autoridades.