Es notorio en la frontera con Brasil observar cómo las fuerzas policiales redoblaron sus esfuerzos para impedir los envíos de drogas desde Paraguay, por lo que los resultados dejan en evidencia la inacción de los antidrogas en territorio paraguayo. Además del caso referido más arriba, cabe mencionar que diversos operativos realizados en los últimos 10 días en territorio brasilero, como por ejemplo la incautación de 261 kilos de cocaína que habían ingresado desde Paraguay, que es considerado como una de las principales rutas utilizadas por las organizaciones criminales. En total fueron ejecutados tres procedimientos desde el sábado a pocos kilómetros del Puente de la Amistad.

Uno de los procedimientos más recientes arrojó como resultado la incautación de 85 kilos de clorhidrato de cocaína, sobre la carretera BR-277, en el municipio brasileño de Foz de Yguazú, frontera con Ciudad del Este. La droga era transportada en el doble fondo de un camión.

En otro operativo, la Receita Federal retuvo un bus de turismo paraguayo a 50 kilómetros del Puente de la Amistad, en el municipio de São Miguel do Iguazú. En el doble fondo del vehículo hallaron 140 kg de cocaína. Dos paraguayos fueron detenidos, mientras que los pasajeros fueron liberados. Prácticamente en simultáneo, un camión con chapa paraguaya fue interceptado en el municipio de Céu Azul, y tras una verificación hallaron 36 kilos de pasta base de cocaína. El conductor paraguayo y su acompañante brasileña quedaron detenidos.

INOPERANTES Y CORRUPTOS

Mientras esto sucede en territorio brasilero, a nivel local los agentes SENAD y la Policía Antinarcóticos “se contentan” con la esporádica persecución y aprehensión de traficantes de poca monta y el decomiso de pequeñas cantidades de crack, marihuana o cocaína.

Detenciones de microtraficantes y requisas de pocos gramos de cocaína y crac son presentados como “grandes avances” en el combate al narcotráfico y el crimen organizado, lo cual constituye una verdadera burla, llevando en cuenta el volumen de drogas producido y “en tránsito” que pasa por nuestro país. No se conoce de ningún trabajo de inteligencia o investigativo de parte de los agentes especiales de ambos organismos antidrogas, quienes dejan que del lado brasilero se haga todo el trabajo de aprehensión de estupefacientes y captura de los traficantes.

No obstante, ayer justamente después de mucho tiempo de silencio, desde la oficina regional de la SENAD se informó sobre un operativo realizado en Ñacunday, donde hallaron varias hectáreas de marihuana y dos campamentos, cuyas herramientas para el procesamiento de la droga fueron destruidas, al igual que toda la producción. Sin embargo, los informantes aseguran que este tipo de operaciones constituyen un mero “cháke” para los narcos, una especie de aviso para que no olviden bajo la protección de quiénes pueden operar.

De hecho, fuentes fidedignas aseguran que los jefes regionales inclusive estarían cobrando gruesas sumas a los narcos para permitirles seguir trabajando, situación que molestó a los brasileños, quienes hace tiempo dejaron de hacer “operativos conjuntos” con sus pares paraguayos, que más bien actúan de “campanas” para los traficantes, antes que buscar combatir en serio este delito transnacional.

Cuando asuman las nuevas autoridades electas, el próximo 15 de abril, deberán hacer urgentes cambios y reformas, tanto en la SENAD como en la Policía Antinarcóticos. Los jefes regionales, Crio. Lorenzo Vargas (Antinarcóticos) y Saturnino Morel (SENAD) deben ser destituidos de sus cargos sin más trámites, por su evidente inacción ante el narcotráfico. Ambos son relativamente nuevos en sus cargos, pero en meses de gestión, no hicieron un solo procedimiento que pudiera ser calificado de importante. Según rumores en el Ministerio Público, los fiscales Antinarcóticos ya no quieren trabajar ni planificar operativos con los agentes regionales de ambas instituciones, porque saben que éstos operan directamente con los narcos.

Los mismos se excusan indicando que están haciendo un “trabajo silencioso”, sin embargo, nunca se ven los resultados de esos supuestos “trabajos”, por lo que no cabe otra cosa sino la destitución. Basta con comparar las estadísticas de un lado y otro de la frontera con Brasil, para sacar las conclusiones adecuadas y proceder conforme a lo que indica el sentido común, aseguraron nuestros informantes, quienes señalaron que los principales jefes de SENAD y Antinarcóticos están en las “listas de pago” de los capos de frontera, que no tienen inconveniente alguno para pasar su producción por el Paraguay.

La Clave