"Existe un riesgo evidente de que reanude el comportamiento que condujo a los ataques terroristas del 22 de julio [de 2011] ", dijo el tribunal de distrito de Telemark, al rechazar la solicitud de liberación de Breivik.

El neonazi nunca ha mostrado remordimiento por los asesinatos en serie y, hace dos semanas, hizo el saludo nazi a los jueces al comienzo de una audiencia.

En 2011, Breivik hizo estallar una bomba cerca de la sede del gobierno en Oslo y mató a ocho personas; luego mató a otros 69, en su mayoría adolescentes, disparándoles en un campamento de verano en la isla de Utoya.

El terrorista, que ahora tiene 42 años, fue sentenciado en 2012 a 21 años de prisión, la sentencia máxima en Noruega, que puede extenderse mientras el prisionero siga siendo considerado una amenaza para la sociedad. El veredicto le permitió solicitar la libertad condicional después de diez años detenido.