“No es que la Corte tenga que ser psicólogo, ni tenga que ser terapeuta de los magistrados, pero sí humanizarse, porque el juez es un ser humano, no es Dios, ni es bestia. Es un ser humano imperfecto, pero perfectible, que tiene la obligación ética de ser una persona buena, de ser una persona excelente, una persona correcta y esa auto interpelación constante afecta su calidad de vida”, señaló Yambay, que evidenció conocimiento y experiencia en la entrevista.

“Tenemos un estatus de juez y se supone que somos personas altamente preparadas, altamente resilientes. Sin embargo, hay una afectación de la calidad de vida. La Magistratura es una actividad insalubre, que afecta la calidad de vida de quien presta este servicio, que se espera que sea con alta calidad”, enfatizó la magistrada. Insistió en la falta de humanización de la Corte y que eso se ve en la plenaria. ¿Acaso cuando un juez renuncia le dicen muchas gracias

-Con relación al trabajo de los jueces; por un lado, tenemos la queja de los usuarios, de los abogados y de los usuarios en justicia en general y por otro lado, tenemos las inquietudes de los magistrados y justamente sobre ese punto queríamos conocer o ampliar tu visión. Vimos un comentario tuyo con relación a una entrevista que habíamos publicado y queremos saber, ¿el magistrado realmente en Paraguay está sobrecargado de trabajo, doctora?

“Bueno, hay situaciones y situaciones, en general el sistema colapsa, lo que no quiere decir que todos los jueces tengan la misma cantidad y calidad de trabajo, hay jurisdicciones y hay foros especializados que tienen una sobrecarga laboral, en cantidad y una sobrecarga emocional, o sea hay que mirar las diversas o los diversos escenarios que se presentan. Claro que la ciudadanía tiene razón cuando reclama calidad de Justicia, claro que tiene razón cuando reclama que hay una justicia lenta, pero un sistema de justicia que está saturado sobrecargado ralentizado por la calidad de vida que tienen los magistrados. Convengamos que el ser magistrado desde nuestra experiencia y quizás la audiencia va a decir, pero nadie te forzó a ser magistrada, bueno, la opción de ser magistrado y vivir como magistrado es hacer patria”.

“Es hacer patria, porque esto implica un renunciamiento a tu libertad, un magistrado no tiene la misma calidad de vida, ni la misma libertad que cualquier ciudadano que puede expresarse libremente, que pueda vivir libremente como cualquier otro, por un lado; por otro lado, la carga emocional que tiene, la responsabilidad que tiene de decidir. En el caso del juez penal sobre la libertad de una persona, el proyecto de vida de una persona, en el caso del juez civil sobre el patrimonio, los derechos patrimoniales de una persona o los derechos familiares, porque ahí en el ámbito civil también se debaten cuestiones del ámbito familiar, en el ámbito laboral el derecho del trabajador, las necesidades urgentes del trabajador demandante y la presión que tiene el juez de no poder satisfacer esas exigencias. Te voy a hacer un capítulo aparte, particular del juez de Niñez y Adolescencia del Paraguay. En el país tenemos una población mayoritariamente infanto-juvenil, ¿qué significa eso? Un aproximado de habitantes que están entre el 0 años y 19 años o 20 tal vez, ¿y cuántos jueces de niñez hay en toda la República? 55 jueces de Niñez especializados. Si hacemos un análisis proyectivo de la cantidad de casos que conocen los jueces de niñez, en la República, supera ampliamente la cantidad de casos que los jueces civiles que son tres veces más que los jueces de niñez, en toda la República. La diferencia, además es que el juez civil atiende en el despacho de lunes a viernes hasta las 13 horas, claro que tendrá que llevar trabajo a su casa, porque no se puede evitar resolución en el horario de atención al público; pero el juez de Niñez y Adolescencia por lo general es de Turno Permanente. Tenemos jueces que tienen años sin relevo ciertamente, por ejemplo, en una circunscripción judicial, por darte un ejemplo Caazapá, tenemos un juzgado en Yutū, en San Juan Nepomuceno. En términos numéricos, Caazapá tiene tres juzgados de niñez y adolescencia, pero son tres juzgados divididos en zonas territoriales distintas, de Turno Permanente”.

“Lo mismo pasa con Paraguarí, un juzgado en Paraguarí, otro en Carapeguá y Quiindy, y tenemos lo mismo en San Pedro, un juzgado en San Estanislao, en Santa Rosa del Aguaray, uno en San Pedro o dos de turno, ¿qué implica esto? Que esos jueces están de turno permanente, ¿qué implica turno permanente? Todos los días de la semana, sin descanso”.

-¿Eso es todo el año también?

“Todo el año, claro tiene derecho a vacacionar y sale de vacaciones con suerte. Hay magistrados como la jueza que fue entrevistada, la de Central, en estos días que dice hace tanto tiempo que no pido salir de vacaciones porque no tengo relevo, y en el caso de los jueces de Niñez de Turno Permanente ni siquiera pueden actualizarse en su preparación, en su formación académica porque no tienen tiempo para hacer un curso presencial, sin mencionar que todos los juzgados todos los jueces de todos los fueros, tienen el mismo salario. No hay desde la Corte Suprema de Justicia un programa, por ejemplo, de quién cuida el cuidador, cómo cuidamos la salud del magistrado y el funcionario judicial. No se desarrolla un sistema de atención a la salud emocional, la salud física mucho menos, del magistrado que en generalidad de los casos – yo me incluyo es una excepción – no está trabajando en condiciones laborales dignas, en cuanto a infraestructura edilicia o en cuanto a cantidad de expedientes o de muebles o funcionarios, por ejemplo”.

“No hay desde la Corte Suprema de Justicia un programa, por ejemplo, de quién cuida el cuidador, cómo cuidamos la salud del magistrado y el funcionario judicial. No se desarrolla un sistema de atención a la salud emocional, la salud física mucho menos, del magistrado que en generalidad de los casos – yo me incluyo es una excepción – no está trabajando en condiciones laborales dignas, en cuanto a infraestructura edilicia o en cuanto a cantidad de expedientes o de muebles o funcionarios, por ejemplo”.

-Y la Corte ahí debería apuntar un poco entonces de cuidar esa parte emocional, esa salud emocional de los magistrados.

“No es que la Corte tenga que ser psicólogo, ni tenga que ser terapeuta de los magistrados, pero sí humanizarse, si humanizarse porque el juez es un ser humano, es un ser humano, no es Dios, ni es bestia. Es un ser humano imperfecto, pero perceptible, pero que tiene la obligación ética de ser una persona buena, de ser una persona excelente, de ser una persona correcta y esa auto interpelación constante afecta su calidad de vida. Creo que la Corte tiene que acercarse más al juez, tiene que conversar más con el juez. Esto de mirarnos cara a cara, esto de escucharle al juez directamente, decir ¿cuál es tu necesidad?, ¿cuáles son tus circunstancias? ¿Cuáles son las condiciones en las que estás prestando tus servicios? Los números son fríos y sobre todo cuando los números además vienen a través de intermediarios que no tienen el sentido humanitario de visualizar, que si bien es cierto, tenemos un estatus de juez y se supone que somos personas altamente preparadas, altamente resilientes, sin embargo hay una afectación de la calidad de vida reitero, la Magistratura es una actividad insalubre que afecta la calidad de vida de quien presta este servicio, de que se espera que sea con alta calidad o de alta calidad como mínimo”.

-Entonces vos crees que falta más humanización de la Corte con relación a sus magistrados.

“Absolutamente, creo que, y nosotros vemos en las sesiones y a riesgo de que quizás malinterpreten los ministros de Corte esta entrevista, nosotros vemos las plenarias, por ejemplo, cuando un juez renuncia ¿acaso le dicen, muchas gracias?, con alguna excepción. Le dicen debo destacar que está magistrada, cuando está magistrada prestó, no, no se pone a considerar ese ministro superintendente cuando va a mocionar la renuncia para jubilarse un magistrado, o renuncia porque decide salir a ejercer la profesión”.

“¿Por qué está saliendo del sistema judicial este magistrado?, ¿cuáles son las circunstancias que le llevan a renunciar siempre que no sea por jubilarse? ¿O que anticipe su jubilación? Porque ya no puede seguir, está desmotivado y desalentado. Creo que los ministros de la Corte por lo menos tienen que entrevistarse con sus jueces, una o dos veces al año personalmente, comunicarse, no estoy hablando de un corporativismo, ni de tapar de aquello que está mal al contrario, la Corte está haciendo una buena gestión cuando aplica sanciones disciplinarias cuando dice esto es imperdonable y hay que aplicar y hay que sanear el sistema porque también basta que haya un solo mal juez o un solo juez mediocre para que todo el sistema sea afectado y nos afecta a todos.

El Observador