Curiosamente, la jueza Garcete dispuso por el mismo documento que Peña Pérez se presente en el plazo de dos horas ante el fiscal Manuel Rojas y dijo a la representación pública que, en plazo de 24 horas, presente requerimiento, aun cuando ella misma había decretado su rebeldía, hecho que implica la aceptación de la imputación del capo narco y la detención preventiva de rigor. En la misma causa, hay dos encargados de los depósitos allanados por la unidad antidroga, que fueron detenidos en posesión de 1.200 kilos de marihuana, propiedad de Peña Pérez, según los investigadores.

Estos, presumen que el real defensor del encausado sería la pareja sentimental de la magistrada, haciendo figurar a otros colegas como los representantes legales. En casos antidroga, no se cuenta con jurisprudencia de igual clase, es decir, el levantamiento del estado de rebeldía cuando el procesado no se haya presentado ni ante el juzgado y menos ante el fiscal que lo procesa. En cualquiera de los casos, surgen motivaciones extra jurídicas para que la cuestionada magistrada proceda a levantar una medida que ella misma había ordenado, sin que el procesado esté presente para responder al juicio.

Ayer, el fiscal Manuel Rojas analizaba los pasos a partir del desacertado agravio ocasionado por la resolución de la jueza Cinthia Garcete que favoreció a Peña Pérez, quien habría estado liderando la banda del tráfico internacional, cuyos antecedentes fueron puestos a conocimiento de la magistrada. Carlos Alfredo Santander, líder natural del grupo criminal, se encuentra próximo a juicio oral como propietario de 6 toneladas de droga incautada entre Ciudad del Este y el estado de Paraná-Brasil.

La jueza esta nuevamente ternada para un nuevo periodo de mandato, de manos del senador liberal llanista Fernando Silva Facetti y se da por descontada su confirmación, pese a sus oscuros antecedentes de “blanquear” a criminales como el caso puntual. El levantamiento de la rebeldía de Peña Pérez ya está registrado en informática de la Policía.