A la par de esto, las manifestaciones de grupos indígenas en la ciudad de Quito no hacen más que aumentar, con unas 10.000 personas que exigen la destitución del Presidente de la República. Lasso arremetió, desde su aislamiento por COVID, contra el líder de la Confederación de Nacionalidades Indígenas acusándolo de no controlar “la criminalidad que sus acciones irresponsables han generado”.

Mientras tanto, los representantes de la Unión Por la Esperanza, afines al expresidente Rafael Correa, solicitaron ya el viernes la retirada de Lasso del poder, el cual apenas asumió el año pasado.