Axel Esquivel, joven conductor de la plataforma de traslado privado Uber, denunció el hecho a través de su cuenta de Twitter y relató que en la madrugada de este jueves respondió a la solicitud de viaje de un pasajero hasta el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente, a quien le avisaron que su madre había ingresado a sala de reanimación.

Durante el trayecto, ya en camino al hospital en cuestión, una patrullera policial le cierra el paso al vehículo, del cual descienden policías portando escopetas a fin de intimidar, explicó Esquivel.

“Nos preguntaron qué hacíamos por la calle a esas horas. Educadamente le respondo que soy Uber (actividad exceptuada dentro de la cuarentena estricta) y que le estaba llevando a una persona urgente al Ineram”, expresó.

Acto seguido, los uniformados se dirigieron al pasajero que iba en el asiento trasero y le solicitan justificativo de desplazamiento, quien en tono desesperado expresa que su mamá estaba literalmente muriéndose y que por eso se estaba yendo de urgencia.

“A los policías poco y nada les importó. Me hacen bajar del auto y nos aprietan. Nos amenazan con el calabozo, con la Fiscalía. El muchacho en su desesperación por llegar le da un G. 100 mil. Ahí nos dejaron pasar y así poder llegar al Ineram. Me comentó que le dio plata de la pollada que había hecho a favor de su madre”, concluyó.

Esta publicación se viralizó rápidamente en la red social, despertando todo tipo de indignación por parte de los internautas por el actuar policial en plena etapa crítica por el COVID-19. Otros cuestionaron duramente que los agentes policiales solo realizan estas detenciones a fin de quitar “platita” a los ciudadanos, sin importarles siquiera la aplicación correcta de las disposiciones sanitarias.