Las fuerzas de seguridad israelíes "han estado matando a palestinos sin base legal en Cisjordania, incluida la ejecución deliberada de palestinos que no representaban una amenaza aparente", denunció Richard Weir, investigador principal de crisis y conflictos de HRW.

Por ejemplo, el 19 de octubre del año pasado, cerca de la ciudad cisjordana de Tulkarem las fuerzas israelíes mataron a tiros a Taha Mahamid, de 15 años, e hirieron a su padre, Ibrahim, quien fue a recuperar su cuerpo y murió a causa de las heridas cuatro meses después. El video y otras pruebas no muestran señales de que ninguno de los dos llevara un arma. Los disparos ocurrieron en un momento en que no había enfrentamientos activos en el área y ni Taha ni su padre representaban una amenaza inminente para las fuerzas israelíes, enfatizó HRW.

Según Weir, "estas matanzas se están produciendo a un nivel sin precedentes recientes, en un entorno en el que las fuerzas israelíes no tienen por qué temer que su Gobierno les haga rendir cuentas".

"Impunidad endémica"

"Las prácticas permisivas y discriminatorias del Gobierno israelí sobre el uso de la fuerza y la impunidad endémica son una faceta del 'apartheid' y la violencia estructural que los palestinos enfrentan todos los días", explicó Weir. "Las matanzas ilegítimas en Cisjordania continuarán mientras continúe la represión sistémica de los palestinos por parte de las autoridades israelíes", resumió.

De acuerdo con el informe de la organización, los palestinos corren el riesgo de ser asesinados por las fuerzas de seguridad israelíes en toda Cisjordania, ya sea mientras viajan hacia y desde sus trabajos o en sus propios vecindarios. Incluso niños que se dirigían a la escuela fueron asesinados a tiros, documentó HRW en agosto de 2023.

Solo en Cisjordania, las fuerzas del país hebreo mataron a 492 palestinos en 2023, entre ellos 120 niños, y a 131 entre el 1 de enero y el 31 de marzo de 2024, según los datos de HRW.