En la residencia donde fue encontrado el sospechoso también fueron localizadas 33 personas a las que estaban entrenando para tragar drogas y transportarlas a Europa.

La policía recibió un aviso anónimo según el cual la propiedad servía de alojamiento para mulas de drogas internacionales. Al llegar al lugar, la policía notó un comportamiento sospechoso entre las más de 30 personas que vivían en la casa. El hombre, sin antecedentes penales, fue identificado por testigos como responsable del reclutamiento del grupo.

Durante los registros en la residencia se incautaron 38 pasaportes, así como alrededor de mil porciones de pasta base de cocaína listas para ser ingeridas, en un total aproximado de cuatro kilos de droga. Además, se encontraron registros relacionados con tráfico y tarjetas bancarias.

Según informaron los habitantes de la casa a la policía, se tragaron alrededor de 150 paquetes de droga para viajar al extranjero, principalmente a países como Francia, España, Holanda e Irlanda. La mayoría de las personas involucradas en el plan procedían del Nordeste y estaban en São Paulo desde hacía dos meses. Se sometieron a entrenamiento para dilatar el estómago y facilitar la ingestión de la droga.

El hombre de 24 años y las otras 33 personas fueron trasladados a la Policía Federal. Mientras el sospechoso permaneció detenido, las demás personas utilizadas como mulas fueron liberadas tras prestar declaraciones. Aún no se sabe cuánto tiempo estuvo en funcionamiento esta organización criminal.