El protagonista de este suceso es Robson Rogerio Jorge, de 33 años, quien forma parte de la fuerza policial en la ciudad de San Paulo. En el momento de su detención, se encontraba en compañía de Rodrigo Baptista de Oliveira.

La situación se desencadenó cuando un guardia de seguridad local observó al agente brasileño con un arma de fuego en su cinturón, lo que llevó a una rápida intervención de los agentes de la Comisaría 1ª de Ciudad del Este.

Durante la inspección, los policías paraguayos descubrieron en posesión de Jorge una pistola marca Glock modelo G22-5, calibre .40, que ostentaba tres sellos distintivos: uno de la Asociación de la Policía Militar, otro del estado de San Paulo y un tercero de la Policía Militar. Además, la pistola estaba cargada con un cargador de 15 cartuchos.

Tras el hallazgo, se procedió a la detención tanto del agente Jorge como de su acompañante. Ambos fueron trasladados al calabozo de la Dirección de Policía de Alto Paraná, quedando a disposición de la agente fiscal penal de turno, Zunilda Ocampos.

Este caso generó diversas reacciones, ya que el abogado defensor de Jorge, Jorge Romero, alegó que su cliente creía que estaba permitido el porte de armas para los policías en la región de la Triple Frontera.

La fiscala Ocampos está a la espera de informes adicionales solicitados a la Policía brasileña a través de la División Comando Tripartito para esclarecer la situación.

Fuente: ABC.