“Melgarejo afirmó que la recusación a la jueza Carvallo “no tiene como intención dilatar el proceso, sino que justamente mostrando nuestra buena fe, todas las defensas, incluso antes de comenzar la tramitación de la presente audiencia, le mencionaron a la jueza los vicios en que estaba incurriendo el juzgado al llevar a cabo la prosecución de la audiencia. Lo que nosotros pretendíamos era que el juzgado subsane estos vicios a los efectos de que no se siga dilatando el proceso”.

Alegó que “el juzgado podría haberlo hecho sin ningún problema, era simplemente postergar por unos días la audiencia, darnos los cinco días que ella misma había fijado en una providencia de fecha del 4 de julio, donde fijaba la audiencia y también nos conminaba como establece el artículo 352 del Código Procesal Penal, a que durante los cinco días vengamos a verificar las pruebas que acumuló el Ministerio Público durante el proceso de investigación en la etapa preliminar”.

Recordó además que está pendiente una apelación, “entonces era muy fácil que el juzgado envíe una nota solicitando al Tribunal su pronta expedición o que eventualmente aclare de por qué no se expidió. Entonces, el primer hecho que hace que no esté firme la providencia que nos citó a esta audiencia es que el Tribunal no se expidió con relación a uno de los recursos de apelación formulado por la defensa contra aquella providencia del 4 de julio”.

Sobre esta apelación, argumentó  que “la etapa preparatoria concluye con la acusación, momento en el cual el Ministerio Público tiene que arrimar todas las pruebas. Ya en la audiencia preliminar anterior, el Ministerio Público pretendió introducir de forma ilegítima una carpeta de pruebas que el juzgado rechazó. Es más, ni siquiera le permitió acercar al juez aquella carpeta por decirle que había precluido la instancia. O sea, ya no podía juntar esa prueba. Sin embargo, ahora, después de que se le haya dado trámite de oposición y que la Fiscalía Adjunta vuelva a formular la acusación, intentan de nuevo introducir las mismas pruebas. Es más, con absoluta mala fe, introducen dentro del numeral de esas pruebas y en otro apartado piden por auxilio judicial que se vuelvan a introducir. O sea, ya meten al expediente y por otro lado le ruegan por auxilio judicial que se trate. Hay mala fe”. 

Recalcó además la controversia sobre una prueba documental en idioma portugués, que no fue traducida al castellano. “No se dispuso la traducción, es más, el Ministerio Público no había ofrecido esa prueba en su momento. En la audiencia anterior ya quiso meterla sin traducción. Ya objetó la defensa y hoy de nuevo introducen esa prueba sin haberse traducido, ya no se puede hacer en esta instancia, lastimosamente. Y es lo que le señalábamos a la jueza, que salve todo esto para evitar trastornos al proceso y que se siga dilatando. Si ella lo hacía, si se allanaba esta pretensión, en cinco días, diez días, podríamos estar de nuevo y podría finiquitarse sin ningún problema la presente audiencia.