El tribunal Dorogomilovski de Moscú condenó a Andrei Kovalchuk, presunto cerebro del grupo, a 18 años de prisión, indicó a la AFP su abogado Serguei Yuroch.

El exintendente de la embajada de Rusia en Buenos Aires, Ali Abianov, fue condenado a 17 años de cárcel, mientras que otros dos acusados—Vladimir Kalmykov e Ichtimir Khudyamov—, que intentaron recuperar la droga en Moscú, según los investigadores, a 13 y 16 años de prisión respectivamente, según agencias de prensa rusas.

Los cuatro proclamaron con firmeza su inocencia durante el juicio

El caso, digno de una película de gangsters, había sido revelado por el ministerio argentino del Interior, en febrero de 2018.

Según las autoridades argentinas, 389 kilos de cocaína, escondidos en valijas fueron descubiertos en una escuela en el recinto de la embajada rusa, tras recibir un aviso del entonces embajador.

Los investigadores acudieron esa misma noche a un mercado mayorista de Buenos Aires para comprar 400 kilos de harina, que reemplazaron a la cocaína. Luego colocaron balizas en el interior de las valijas para poder hacer un seguimiento de la operación.

En los meses siguientes, miembros de la red, algunos de los cuales trabajaban en la embajada, intentaron varias veces en vano enviar la harina a Rusia, todo ello bajo la vigilancia de investigadores rusos y argentinos.

Según Buenos Aires, fue finalmente el gobierno ruso el que proporcionó un avión para transferir las valijas a Moscú, el 12 de diciembre de 2017.

Según los investigadores, la droga, "de gran pureza" y de un valor estimado en 50 millones de euros (56 millones de dólares), estaba destinada a Rusia, Holanda y Alemania, donde el presunto cerebro de la banda, Andrei Kovalchuk, fue detenido en marzo de 2018 y luego extraditado hacia Moscú.

Otros dos sospechosos rusos, con nacionalidad también argentina, son juzgados actualmente en Argentina.

Este caso suscitó alegaciones en varios medios de una posible implicación de diplomáticos y responsables en el tráfico de droga.