Cumple los dos meses de actividad este viernes, pero el volcán Cumbre Vieja no ha perdido fuerza. En el último día se han registrado más de 300 terremotos en la isla española de La Palma. Y las poderosas coladas siguen su avance hacia el mar cubriendo ya casi mil hectáreas de superficie.

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La lava ha sepultado decenas de casas en la zona de exclusión. Las plantaciones de plátanos siguen ardiendo y los miembros de la Unidad Militar de Emergencia vigilan constantemente el aire en busca de gases tóxicos.

De momento, es imposible pensar en la posible reconstrucción de los pueblos afectados, ya que el volcán ha aumentado su actividad y explosividad en las últimas horas. "El volcán nos sorprende cada día, no podemos decir nada sobre su final, simplemente estamos trabajando para mantener la seguridad de los ciudadanos", explica Ángel Morcuende, jefe del panel de Emergencias Volcánicas de Canarias (PEVOLCA).

Desde que el volcán entró en erupción el 19 septiembre, más de 7.000 personas han tenido que ser evacuadas de sus domicilios de las localidades de El Paso y Los Llanos de Aridane.

Los científicos calculan que la erupción durará al menos un mes más.