“El que está en silla esperando es lamentable, pero entre que esté ahí con tratamiento al alcance o en su casa, es mejor acá, es lo que nos queda”, respondió el director del Hospital de Clínicas, Jorge Giubbi en conversación con la 730 AM.

Detalló que el ritmo de liberación de camas anteriormente era acorde a la cantidad de pacientes que llegaban. Sin embargo, a partir de la multiplicación de contagios el sistema ya no da abasto.

“Muy poco podemos hacer”, lamentó Giubbi en relación a la falta de espacio. A esto se suma la escasez de medicamentos y cuando comienzan a faltar, el costo se traslada directamente al bolsillo del usuario y a las polladas y actividades de recaudación.

Respecto a cómo seleccionan al paciente que ocupará la cama que queda libre, aclaró que se actúa según la gravedad del caso y se posterga a quien se encuentre o aparente estar dentro de parámetros estables.

No obstante aclaró que todavía no se llegó al punto de elegir a quien tenga más probabilidades de sobrevivir como sucede en otros países.