El representante de la sociedad aparentemente se olvidó del informe policial donde el propio jefe de la comisaría 7ª, de ese entonces, había confirmado que el autor del disparo se trataba del hoy imputado. Además, Sanabria había tratado de burlar la investigación al presentar una pistola Taurus PT 99, cal. 9mm, el día del hecho, hecho que fue constatado mediante una publicación periodística, obligando al uniformado a presentar otra arma, una pistola de la marca Bersa cal. 9mm. que, al parecer, tampoco sería la que utilizó el día del suceso fatal. Es decir, que el procesado en todo momento trata de zafarse de su responsabilidad en el crimen.

El abogado Julio Damián Ramírez Navarro, en representación de su defendido, presentó un pedido de incidente de revocatoria de auto de prisión, argumentando que ya se cuenta con el informe del Laboratorio Forense del Ministerio Público de las muestras que han sido remitidas en su momento para el análisis laboratorial, consistente en muestras de manos, una bala deformada y armas de fuego, las cuales dieron negativo.

Ahora, la decisión quedará en manos de la jueza de la causa, Nilda Estela Cáceres, quien evaluará la postura del fiscal y la defensa del procesado, al igual que la oposición manifestada por el abogado querellante de los familiares de la víctima.

LENTA ACCIÓN FISCAL

Según el abogado querellante y los familiares de la víctima, lamentablemente, el fiscal Luis Trinidad Colmán, quien interinaba a su colega Edgar Torales, tardó demasiado para tomar intervención en el caso el día del hecho. Lo hizo casi tres horas después, cuando dispuso los policías que participaron de la persecución ya tuvieron tiempo eliminar cualquier evidencia en su contra e incluso el presunto autor pudo cambiar de arma y lavarse las manos con leche, según sus propios camaradas.

PERSECUCIÓN FATAL

Alrededor de las 15:30 del miércoles 4 de agosto del 2021, se inició una persecución policial en el km 8, lado Acaray, cuando un automóvil BMW, modelo 325 I, de color plomo, año 2001, con matrícula NAV 413, guiado por Noor Mohamed Salam Cardozo (31), quien cuenta con arresto domiciliario por un hecho de transgresión a la ley 1340/88, firmado por el juez penal de garantías nº 3, Carlos Vera Ruiz.

Según los datos, Salam Cardozo, al ver el control policial de los agentes de la subcomisaría 46ª aceleró la marcha y fue perseguido por los uniformados. La persecución siguió por la avenida San Blas, donde el prófugo siguió a alta velocidad y de contramano. Para ese momento, varias patrulleras de las comisarías 22ª, 23ª, 7ª, 4ª y agentes de Investigaciones e Inteligencia ya se sumaron para tratar de interceptar el rodado. Al  alcanzar el km 6, los policías de la comisaría 7ª, a bordo de la patrullera, le cerraron el paso, pero el conductor del vehículo no detuvo la marcha y chocó contra el móvil policial. En ese momento, según testigos, se escucharon dos disparos, pero el automóvil siguió su curso hacia el km 4. Desafortunadamente, en vez de dar al rodado, una de las balas terminó impactando contra la humanidad de Osvaldo Barrios, el padre de familia que estaba sentado frente al taller (Amortiguadores Paraná), con su pequeña hija en brazos, esperando que le reparen el amortiguador de su vehículo.

EN LA CABEZA

El hombre acusó un balazo en la cabeza y fue auxiliado totalmente inconsciente y trasladado de urgencia hasta el sanatorio privado Clinic Center, ubicado sobre la Ruta PY07 (ex supercarretera), donde minutos después se confirmó su deceso.

Ese mismo día el propio jefe de la comisaría 7ª informó a la Dirección de Policía del Alto Paraná que el autor del disparo había sido el suboficial Ariel Sanabria Ortiz, a quien ahora el fiscal Edgar Torales, en connivencia con el abogado del procesado, pretende otorgarle la libertad.