El próximo lunes 12 de diciembre, los presidentes Mario Abdo Benítez y Jair Bolsonaro, de Paraguay y Brasil, respectivamente, inaugurarán oficialmente el tan anhelado Puente de la Integración, unión física entre las ciudades de Presidente Franco y Foz de Yguazú. Indudablemente se trata de una obra emblemática, que se hizo esperar por más de 30 años. Resulta evidente que el Gobierno de Mario Abdo, con grandes intereses en las elecciones internas del 18 de diciembre, pretenderá utilizar la inauguración como acto propagandístico de su gestión.

No obstante, el tiro podría salir por la culata, llevando en cuenta el vergonzoso atraso de las obras complementarias vinculadas al segundo puente y que también debían estar culminadas a esta altura, pero, al menos, del lado paraguayo, hasta el momento, no salieron de los papeles. En tanto, en Foz de Yguazú están en etapa de finalización importantes inversiones, obras de movilidad urbana en los barrios y en las uniones entre las regiones, habiéndose implementado un nuevo plan urbano en la vecina ciudad.

Son cerca de 2.000 obras en ejecución en los últimos dos años que están cambiando el perfil de algunas regiones, mediante una inversión de unos 5 billones de reales. Se trata de obras públicas, emprendimientos en el sector de turismo, salud y entretenimiento, conjuntos residenciales y condominios de todos los padrones, obras municipales, como escuelas, centros comunitarios de educación infantil, asfalto, centros de reciclado, entre otras.

DEL LADO PARAGUAYO, POCO Y NADA

Punto de partida para ambos gobiernos fue el 22 de diciembre de 2018, fecha en que fue firmado el tratado para la construcción del segundo puente. Sin embargo, mientras el gobierno brasilero inmediatamente se abocó a la realización de las obras complementarias en su territorio, del lado paraguayo “no pasó absolutamente nada” y recién el año pasado empezaron a moverse “un poco” las cosas. En ese sentido, cabe apuntar al casi nulo avance de las obras del denominado Corredor Metropolitano del Este.

Se trata de un tramo vial urbano y otro rural. El tramo urbano contempla la duplicación de la avenida Bernardino Caballero y la creación de un Par Binario, consistente en una arteria de entrada y otra de salida que conectará con la Ruta PY07 (supercarretera). No obstante, hasta el momento, solo hicieron unos exiguos trabajos de recapado sobre la supercarretera y nada más.

Por otro lado, el lote rural contempla 4 carriles y una extensión de 31 kilómetros de longitud, con todas las intersecciones diseñadas, a nivel o desnivel, para conectar el Puente de la Integración con el km 17,5 de la Ruta PY02, en Minga Guazú. Así también la construcción del puente sobre el río Monday y los diferentes accesos, pero recién en noviembre de este año se firmó el contrato entre el MOPC con la firma adjudicada para ejecutar la obra, Consorcio Puente Monday, conformado por la Constructora Heisecke S.A. y Construpar S.A.

Igualmente, la cuestionada empresa Constructora Acaray se había comprometido en que los accesos al Puente estarían listos para diciembre, sin embargo, esto tampoco se cumplió y las obras ni siquiera alcanzaron el 50%, según se puede observar a simple vista. El compromiso era un acceso para los camiones pesados, que debía estar a la par con la inauguración del segundo puente, pero hasta el momento, la obra está lejos de culminar. Constructora Acaray es la misma firma que realizó trabajos muy deficientes para el MOPC, en el ejido urbano de CDE, especialmente la zona del km 3,5, en donde inclusive causaron varios accidentes, debido al trabajo malhecho y muy criticado por la ciudadanía.

Según los datos, la zona primaria del segundo puente albergará a 11 instituciones del Estado, cuyas oficinas funcionarán en contenedores, pues la construcción del predio tampoco se terminará a tiempo. La terminal de cargas de la ANNP, con una capacidad para 1.000 camiones, igualmente está en fase muy inicial de construcción.

Todo esto evidencia que el Gobierno paraguayo prácticamente estuvo “dormido” por cinco años, por razones desconocidas, aunque siempre se pretende utilizar la pandemia del Covid-19 como excusa para justificar atrasos en obras de infraestructura.

Los propios franqueños, principales interesados en las obras complementarias, lamentaron en reiteradas oportunidades el atraso e irresponsabilidad del Gobierno del presidente Mario Abdo, lo cual estará perjudicando directamente los intereses de la ciudad, ya que con la habilitación del segundo puente se tendrá un verdadero caos en el ejido urbano de Pdte. Franco, a raíz de que su infraestructura vial no fue mejorada en absoluto, ni siquiera en cuanto a los baches que “adornan” todas las calles de la ciudad.