En la Vía de la Conciliación, en el Vaticano, los fieles comienzan a agruparse para dar un último adiós al papa Francisco. Se espera que medio millón de personas recorrerán estas calles antes de los funerales el sábado. La policía patrulla incluso a caballo. Los fieles vienen de todo el mundo. Muchos proceden de América Latina, donde el papado de Francisco ha marcado un antes y un después. Así lo explica Carla, que vino de Perú con su mamá.

"El hecho de que el Papa haya sido latino como nosotros ha sido como conocer un poco más de su vida. Él apoyaba a los refugiados, a la comunidad LGTB. Era distinto a los papas anteriores y creo que eso ha marcado la diferencia. Nosotras como latinas sentimos que lo hemos conocido un poquito más que los anteriores papas", dice.

Para los católicos argentinos el sentimiento es de profundo dolor, pero también de orgullo, como explica Belén, una porteña que ve en Bergoglio un símbolo de la identidad nacional: "Él forma parte de la identidad argentina. Así como uno dice 'Argentina es Messi, es Maradona', Argentina es un montón de otras personalidades por las que nos sentimos orgullosos, uno también dice 'Nuestro papa argentino'".

La Basílica de San Pedro permanecerá abierta hasta el viernes a las siete de la tarde. Después, Roma se blindará para recibir a jefes de Estado y de Gobierno para los funerales desde el Vaticano.