El acercamiento es una señal de que la negativa del presidente Donald Trump a conceder su derrota en las elecciones y la continua obstrucción de la Casa Blanca está comenzando a frustrar incluso a los aliados del Gobierno. La Administración de Servicios Generales (GSA por sus siglas en inglés) aún tiene que reconocer la victoria de Biden y comenzar la transición formal. Como resultado, Biden y su equipo permanecen sin acceso a contactos con las agencias federales, fondos para ayudar a aumentar la contratación del Gobierno para la nueva administración y acceso a informes de inteligencia clasificados.

Un exfuncionario de Trump le dijo a CNN que ven la divulgación del contacto como una obligación con el país por encima de las consideraciones partidistas. Las conversaciones no son tan detalladas como las sesiones informativas formales que tendrían lugar bajo la transición oficialmente sancionada, dijeron las fuentes. Sin embargo, al menos podrán ayudar a los miembros entrantes de la transición de Biden a tener una idea de los problemas que podrían tener que enfrentar al asumir el cargo.