“Este señor todo el mundo sabemos la familia que tiene, entonces si algo le pasa va a ser el peor golpe psicopolítico que va a tener el EPP porque toda la población paraguaya los va a aborrecer y eso no van a recuperar tan pronto”, sentenció.

El militar opinó que el Gobierno Nacional debe aprovechar esta equivocación del grupo armado y emplear todas sus fuerzas para eliminarlo.

“Es el mejor momento político para que el gobierno utilice todos los medios a su alcance, político, económico, militar y psicosocial para poder enfrentar este flagelo, si ahora no se hace se va a perder la oportunidad de actuar de mano”, aseveró.

La liberación de Adelio no fue por presión de los indígenas

Por otro lado, Liseras sostuvo que el grupo criminal que opera en el norte también se equivocó al haber secuestrado “accidentalmente” al joven Adelio Mendoza, hoy ya liberado tras permanecer por 5 días privado de su libertad.

A criterio del general en situación de retiro, con el plagio de Mendoza, el EPP se ganó inesperadamente la antipatía de los nativos de la comunidad de la que la víctima es miembro.

Dijo que la liberación de Adelio no se dio por la presión de los indígenas sino porque el autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo falló al llevárselo y no tuvo otra alternativa que dejarlo ir.

“Tuvieron que liberarlo para no perder el apoyo nativo”, recalcó, mencionando que el EPP recurre actualmente a la estrategia de reclutar indígenas para sus operaciones.

Nativos actuaron con imprudencia al entrar al monte

En otro momento, el general Liseras apuntó que los indígenas de la parcialidad Pai Tavyterâ actuaron imprudentemente al ingresar al monte para buscar a los secuestrados.

“El profesional no tiene el valor temerario que tiene el indígena, el indígena no tiene una formación y desconoce lo que es por ejemplo un monte activado”, subrayó.

El militar indicó que los componentes de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) no toman a la ligera la decisión de entrar en zona boscosa a buscar a los miembros del EPP, ya que manejan la información de que el grupo armado coloca todo tipo de trampas en su zona de influencia.