Según relató Mohamed Kissi, hermano de una de las víctimas y único superviviente que pudo regresar sano y salvo a casa, los agentes sabían que se enfrentaban a civiles, que se habían extraviado y que, además, no tenían suficiente combustible.

"Vieron que estábamos desarmados, mi hermano menor les habló y aun así dispararon", dijo el testigo de los hechos ocurridos a cientos de metros de las playas de Saidía, en el extremo nordeste de Marruecos.

Los soldados ordenaron al grupo de cuatro turistas que dieran media vuelta, diciéndoles que Saidía estaba en otra dirección, pero enseguida abrieron fuego contra ellos.

Además de las dos víctimas mortales, Bilal Kissi y Abdelali Mechouer, otro hombre, cuya moto acuática fue embestida intencionalmente por la Marina argelina, resultó herido de bala. Los soldados procedieron a detenerlo.

Más tarde, un pescador marroquí encontró flotando el cadáver de Bilal frente a la bahía de Saidía. Mientras tanto, el cuerpo de Abdelali sigue en el lado argelino del punto fronterizo.

Tras celebrarse este jueves el entierro de Bilal, los familiares de la segunda víctima pidieron la repatriación de sus restos, retenidos por las autoridades argelinas "en violación de todas las normas y tradiciones humanitarias internacionales", recalca Le360.

Todas las víctimas de la agresión también poseen la nacionalidad francesa, por lo que inmediatamente se le advirtió de lo sucedido al Consulado francés, según informaron sus familias.