De acuerdo con los datos, en este último procedimiento fueron destruidas 4,3 toneladas de drogas, para lo cual se utilizó un horno industrial. El alucinógeno mayormente corresponde a marihuana y en menor cantidad cocaína, hachís entre otros productos ilícitos.

La operación contó con una fuerte custodia de Policía, debido a la gran cantidad de drogas, que fue transportada para su destrucción. Además, se tuvo la presencia de técnicos del servicio de Vigilancia Sanitaria, que acompañaron el procedimiento.

Esta fue la décima operación de quema de drogas realizada por la PF en Foz de Yguazú. La elevada cantidad de drogas aprehendida es el resultado de un trabajo coordinado entre instituciones de control y seguridad de las tres fronteras.