Por citar algunos ejemplos, hace contados días el director de la XIII Región Sanitaria, el médico Nelson Collar, fue filmado y hasta entrevistado en plena feria libre de Pedro Juan Caballero haciendo compras sin respetar las mínimas exigencias preventivas que el mismo nos exige, como la de usar un simple tapabocas.

Horas después, el propio Collar, autorizó y entregó irresponsablemente un vehículo propiedad del MSP a dos civiles totalmente ajenos a la función médica o paramédica para transportar a un indígena afiebrado y con síntomas de contagio de Covid19.

Uno de los civiles es un sexagenario, que como tal, se supone debería guardar cuarentena obligatoria en su casa, por estar comprendido en uno de los llamados grupos de riesgo, junto a los menores de edad.

Hasta ahora el Ministerio Público, representado en este caso por la agente fiscal abogada Katya Uemura, por presión de la prensa y de la ciudadanía, hizo un ambiguo amague de investigación, pero hasta el momento ni los dos infractores, ni el responsable directo, han sido sancionados, a diferencia de otras personas que, en menos de lo que canta un  gallo, fueron y son, sanitariamente confinadas e imputadas por violación de las medidas de contingencia adoptadas por el Gobierno para enfrentar la actual pandemia del Coronavirus.

Este miércoles otro caso se sumó a toda esta desprolija y preocupante realidad involucrando a la ambulancia del hospital de Capitán Bado, filmada cuando estaba estacionada en la céntrica avenida Marechal Floriano Peixoto, de Ponta Porá, ciudad vecina donde la expansión del virus crece  asustadoramente a cada día, mientras su chofer se dedicaba a hacer compras.

Tras la difusión del vídeo por las redes sociales y grupos de whatsapp se pudo saber que se trata de la ambulancia con chapa EAJ 286, al servicio del hospital badeño.

El director del nosocomio, el médico Juliano Reichardt,  señaló, a un medio de la Capital del país, que se enteró de la situación y que tomaría las medidas administrativas necesarias para aclarar el caso y sancionar administrativamente al responsable, en este caso el chofer de la ambulancia.

Acotó que el hospital a su cargo cuenta con tres choferes, pero que aún “no sabía” cuál de ellos fue el que propició la irresponsable situación

La ambulancia badeña trajo a una parturienta y también a un paciente del Programa Nacional de Control de VIH/Sida (Pronasida), para su atención en el hospital regional de Pedro Juan Caballero, para después retornar a Capitán Bado.