Camino a los vestuarios le realizó gestos a las tribunas, desde donde siguieron hostigándolo. El hecho provocó la denuncia del delantero brasileño, quien recibió el respaldo de gran parte del planeta de la pelota y hasta se oscureció el Cristo Redentor en Río de Janeiro como protesta.

Pues bien, en ese contexto, el Comité resolvió castigar al conjunto Che con el cierre parcial del estadio Mario Alberto Kempes durante cinco fechas y una multa de 45.000 euros. La pena puede ser apelada por los valencianos, que ya prometieron la expulsión de por vida de los aficionados culpables del ataque.

Al mismo tiempo, la Federación Española anuló la expulsión de Vinicius, que quedó habilitado para jugar con la Casa Blanca este miércoles ante Rayo Vallecano. “Se considera probado que, tal y como reflejó el árbitro en su acta, hubo gritos racistas a Vinicius, jugador del Real Madrid, durante el mencionado partido, alterando el normal desarrollo del mismo y considerándose las infracciones muy graves”, reza el comunicado.

El informe completo subraya que ya en la llegada del micro del conjunto madrileño a Mestalla, cientos de seguidores le dedicaron reprobables cánticos a Vinicius: “Eres un mono”. Ya durante el encuentro, por el mismo motivo, el árbitro activó el protocolo de racismo y hubo un aviso por alroparlantes para que cesara el acoso.

Pero la ofensiva de los ultras no frenó en ningún instante. En el momento de la expulsión, se exacerbó, tal como detalla la investigación. Fue cuando mientras se marchaba señaló a una de las gradas y confirmó que uno de los allí presentes le había dicho “mono”.

El Comité definió quitarle la expulsión a Vinicius porque “se adopta sobre una base fáctica alterada y parcial, lo que ha de determinar que incurre en una manifiesta falta de validez para manifestar en la misma una sanción”. Es decir, determina que el árbitro al momento de la pena no tomó en cuenta toda la película y el calvario que el futbolista venía padeciendo.

Con información de Infobae