El sector de la construcción sostiene que el aumento del precio de las bolsas de cemento, que se registra desde la semana pasada, complica aún más al rubro, que también fue afectado por la pandemia del Covid-19, dado que muchos inversionistas están cautelosos de iniciar obras.

Respecto a la suba, Nelly Vázquez, representante de la Asociación de Distribuidores de Materiales de Construcción del décimo departamento, explicó que se trata de un reajuste de G. 5.500 por bolsa. “El cemento es un producto esencial para la construcción, entonces cualquier variación en el costo afecta a las obras. Antes comprábamos a G. 43.000 la bolsa y ahora trepó a G. 48.500”, señaló.

Desde el año pasado las distribuidoras están con problemas de suministro del material, pese a las compras realizadas, pero sin previsión de entrega. “La INC nos pide comprar con 15 días de anticipación, sin embargo, nos entrega a cuentagotas, apenas una o dos cargas por semana y eso es poquísimo”, lamentó Vázquez.

La cementera estatal abarca el 40% del mercado nacional, mientras que la cementera privada Yguazú Cementos SA provee el mismo porcentaje, y lo restante se cubre con cemento importado. En ese sentido, Nelly Vázquez, cuestionó que el MIC ponga trabas para la compra del producto de Brasil, al no otorgar la licencia previa de importación para que la carga ingrese a territorio nacional, pese a que las cementeras locales no están en condiciones de cumplir con la demanda. “Compré de Brasil 18.000 bolsas de cemento, solicité la licencia previa el 4 de diciembre y hasta ahora no me dan, por lo que la carga se encuentra retenida”, expresó.

Periodistas de La Clave intentaron comunicarse con el director de comercio interior del Ministerio de Industria y Comercio, Albert Araujo, pero no respondió a las consultas.