Según el informe del diario digital Tribuna Popular de Foz de Yguazú (Brasil), el procedimiento se registró alrededor de las 16:00 (hora paraguaya) durante el operativo denominado Horus,  que involucra a agentes de la Policía Federal, Civil y militares. Los intervinientes sobrevolaban la rivera del Paraná cuando visualizaron una embarcación cruzando el río desde el Paraguay, cargada con volúmenes hacia el lado brasilero, cerca de la “Favela do Lixão”.

Luego de acercarse al lugar, la Policía logró atrapar a tres ciudadanos paraguayos cuyos datos no trascendieron, con 42 kilos de marihuana, quienes fueron detenidos en el acto. La Policía también informó que dos sospechosos regresaron al lado paraguayo del río Paraná cuando vieron el helicóptero. En la orilla del río, margen brasilera, hundieron la canoa. Un hombre recibió un disparo, pero de igual modo consiguió escapar.

Los intervinientes trataron de atraparlos en el agua, pero tuvieron que retroceder porque desde el lado paraguayo fueron atacados con ráfagas de ametralladora que salían de puertos clandestinos ubicados en los límites entre los barrios San Miguel y Remansito. Los presos y las drogas fueron llevados a la Policía Federal.

PROTECCIÓN DE MILITARES

Este procedimiento demuestra una vez más que los efectivos de la Armada Paraguaya, al mando del comandante, capitán de navío Cristhian Rotela, protegen a los contrabandistas y traficantes de la zona, quienes van y vienen al lado brasilero con todo tipo de mercaderías de contrabando, armas, y drogas. Es evidente que existe una fuerte protección de los marinos hacia los traficantes y contrabandistas, quienes pagan para convertir el río Paraná en una «zona liberada», de lo contrario los puertos clandestinos no podrían operar abiertamente como lo hacen.