Según informó este lunes la Policía, tres de los detenidos ingresaron ya en prisión, entre ellos la responsable de la organización, de origen paraguayo, y dos integrantes más del grupo.

La red captaba a las víctimas en Paraguay con falsas ofertas de empleo para trabajar en España cuidando a personas mayores y, una vez en este país, las obligaban a prostituirse en pisos en la provincia de Tarragona (noreste), para saldar la deuda.

Además, las obligaban a consumir sustancias estupefacientes y a venderlas también a clientes y toxicómanos.

La red contaba en Paraguay con colaboradores, la mayoría familiares de la principal responsable, que seleccionaban y captaban a las víctimas, que vivían en situaciones de vulnerabilidad.

Con la colaboración de una agencia de viajes de Paraguay, la organización trasladaba a las mujeres en avión hacia España, con escala en Francia.

La agencia proporcionaba a las víctimas instrucciones y unos 2.000 euros (unos 2.300 dólares) para poder superar el cruce de fronteras y, una vez en Francia, tras devolver el dinero, volaban hacia Barcelona, donde la organización las recogía y las trasladaba a la localidad de Amposta, en la provincia de Tarragona, donde las explotaban sexualmente.

Además, la responsable de la organización acordaba con otros proxenetas el intercambio de las mujeres.