Los ‘Reds’, pese a guardarse en el banquillo hasta la segunda parte a Trent Alexander-Arnold, Luis Díaz y Mohamed Salah, arrollaron a un West Ham United que no disparó a puerta hasta que iba 3-0 abajo y que dejó mucho que desear en Anfield, con una imagen de prácticamente tirar el partido.

Los de David Moyes dejaron una imagen muy pobre y se toparon con un Liverpool efectivo y dominador. Los de Jürgen Klopp jugaron casi todos los 90 minutos en campo de su rival y, ya que tenían dificultades para infiltrarse en la defensa de seis jugadores que plantó el West Ham, con cuatro defensas y Edson Álvarez y Tomas Soucek, probaron desde fuera del área.

Primero lo intentó Harvey Elliott, que ya vio puerta hace diez días contra el Crystal Palace, pero sus dos tiros se marcharon rozando la madera, y después llegó Szoboszlai, que hizo un golazo desde 25 metros con un disparo seco cruzado. Gran parte del mérito del gol lo tuvo una recuperación de Jarell Quansah en el centro del campo que desordenó al equipo de Moyes.

El gol allanó el camino a los ‘Reds’, que aún así no se despegaron del área del West Ham y buscaron hacer más daño.

Curtis Jones, tras un gran pase en profundidad de Darwin Núñez, hizo el 2-0 por debajo de las piernas de Areola, y Gakpo, con un remate desde fuera del área al palo del portero, sentenció con el tercero de la noche.

Con el partido en el bolsillo, Jarred Bowen se atrevió con un golazo para recortar distancias, pero no fue suficiente para inquietar a los de Liverpool.

Después de que Darwin confirmara su mala suerte, con un disparo al palo que provoca que lleve ya once encuentros seguidos sin ver puerta, Salah, que entró desde el banquillo, y Jones, con una gran carrera de 20 metros, elevaron la goleada a manita. EFE