Tras salvarse por segunda vez de un intento de juicio político, el presidente Mario Abdo Benítez congela las movidas en su Gabinete y busca descomprimir la presión política que viene arrastrando ante la crisis por la falta de medicamentos y la incapacidad para conseguir las vacunas contra el Covid-19.

En una reunión que mantuvo con los legisladores de Colorado Añetete pidió ayuda para superar la crisis y mirar de frente apuntando a lo que será la futura recomposición de la mesa directiva del Congreso y las internas municipales.

Un debilitado Mario Abdo está buscando por todos los medios apurar la llegada de las vacunas a fin de apaciguar los cuestionamientos ante el hartazgo ciudadano.

El sector de Horacio Cartes le dio nuevamente la mano para evitar el juicio político ante la falta de acuerdo con la oposición, que exigía la remoción de Marito y el vicepresidente Hugo Velázquez. Sin embargo, desde el cartismo sentaron postura de que solamente se tenía que ir el titular del Ejecutivo no así el vicemandatario.

Antes de la actual crisis política, el presidente amagó con hacer cambios en su Gabinete. Las principales jugadas apuntaron directamente a satisfacer al cartismo que exigía la destitución de Eduardo Petta (Educación), Juan Ernesto Villamayor (Gabinete Civil), Nilda Romero (Mujer) y Andrés Gubetich (IPS).

Sin embargo, consiguió dilatar la jugada y fue desinflando la posibilidad de hacer una depuración total en su Gabinete.

LOS CENSURADOS. Luego el presidente de la República cedió a las pretensiones de Horario Cartes. Sin embargo, sigue una lista de censurados por el ex presidente y líder de Honor Colorado.

Entre ellos, la mayor presión ahora retiene encima del actual ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio. Esto luego de lo ocurrido en la noche en que se abortó el juicio político y los manifestantes que se trasladaron desde el Congreso hasta la sede de la ANR, terminando quemando Colorado Róga.

Para el cartismo, el principal responsable de la falta de capacidad para brindar seguridad es el ministro del Interior. El primero en dar un paso al costado fue el ex comandante de la Policía Francisco Resquín.

Por ahora, el presidente se mantiene en silencio y no da señales a sus aliados.

La lista negra sigue con el titular de Anticorrupción, René Fernández; el ministro de la Secretaría Antilavado, Carlos Arregui, y de Anticontrabando Emilio Fuster. El pecado de estos ministros es que algunos formaron parte de la oposición y otros investigaron al cartismo cuando estuvieron al frente de la Fiscalía, como fue el caso René Fernández y Óscar González Daher.

Otra que está en la mira es la ministra de la Niñez, Teresa Martínez, quien fue protagonista de la polémica impulsada por el cartismo con el Plan Nacional de la Niñez y la Adolescencia 2020-2024.

Se esperaba el cambio del ministro de Obras Públicas, Arnoldo Wiens, luego de la polémica desatada con el manejo de las licitaciones millonarias para obras públicas, principalmente las que favorecieron a la empresa Engineering, responsable de la polémica construcción de la pasarela de ñandutí, que costó más de dos millones de dólares en plena crisis por la pandemia por el Covid-19.

MESA DIRECTIVA. Si bien, el presidente de la República sorteó su segundo juicio político, aún no encuentra la fórmula para recomponer relaciones con el Congreso, principalmente luego del enojo de varios referentes de Añetete, que exigían en reiteradas ocasiones un golpe de timón del Gobierno para levantar cabeza.

En la conversación que hubo el lunes en Mburuvicha Róga, el presidente de la República conversó con sus aliados colorados sobre la necesidad de ir mirando sobre lo que pasará con la futura composición de la mesa directiva del Senado. Es un lugar clave, y el mandatario necesita mantener un aliado a fin de sobrellevar la crispación política.

Sin embargo, las negociaciones dependerán de la capacidad de articulación política y de cómo vayan avanzando las internas municipales del 20 de junio.