“En apenas 25 días terminamos la construcción de dos hospitales de contingencia, en el Ineram y el Hospital Nacional de Itauguá. Reasignamos funciones en varios hospitales del país para pacientes con afecciones respiratorias. No estamos satisfechos con la ejecución del presupuesto de Salud y vamos a hacer todos los esfuerzos para mejorarla”, dijo el mandatario durante su informe, presentado en el auditorio del Banco Central del Paraguay (BCP).

Sostuvo que se tomó una decisión política que para algunos era precipitada, pero necesaria para mitigar el impacto de la pandemia, que fue la cuarentena a fin de evitar una propagación masiva del virus. A su criterio, fue una muestra de compromiso y valentía del Gobierno, movilizando a todos los organismos del Poder Ejecutivo.

Mencionó que los albergues han cumplido en estos casi cuatro meses una gran función humanitaria, ya que fueron habilitados más de 60 a nivel país, y unos 9 mil compatriotas, que estaban en situación de vulnerabilidad en el extranjero, tuvieron la posibilidad de retornar al país.

“Los recursos destinados para la lucha contra el COVID-19 están siendo ejecutados con transparencia y en un 100% para los objetivos que fueron destinados. Se creó la Comisión de Compras COVID-19 para dar una mayor transparencia”, agregó el jefe de Estado.

El presidente de la República resaltó también “la reconversión” de los kits escolares a kits de alimentos, además de la implementación de las clases virtuales para dar respuesta a un derecho fundamental y universal, con un plan dirigido a todos los niveles y que fue posible mediante el esfuerzo del Estado, las instituciones y las familias.

“Nuestro país está entre los casos con menos confirmados. No solo en el campo de la salud hemos tenido señales positivas, más de 70 mil trabajadores han vuelto a sus puestos. Mis sinceros agradecimientos a cada ciudadano, pero no debemos bajar la guardia para salir más fuertes y solidarios”, añadió Abdo Benítez.

El presidente de la República instó a la ciudadanía a seguir tomando los recaudos para enfrentar a la pandemia como el lavado de manos, uso de mascarillas y el distanciamiento físico, a pesar de la “deuda histórica” del Estado con el sistema de salud.