El microcentro de Asunción, antes un emblema de actividad y cultura, se encuentra en una situación crítica. Vecinos denuncian el deterioro del centro histórico, caracterizado por inseguridad, edificios abandonados y servicios públicos limitados. A pesar de los planes de revitalización, la zona sigue sumida en el abandono, dejando a los residentes en un estado de supervivencia diaria.

La falta de seguridad es uno de los problemas más graves. Según testimonios de residentes, los robos son comunes y los edificios abandonados se han convertido en refugios para delincuentes y consumidores de drogas. La ausencia de vigilancia efectiva en áreas residenciales y comerciales contrasta con la seguridad enfocada en oficinas públicas, dejando a los ciudadanos desprotegidos.

Además, los edificios históricos están en ruinas. Vecinos reportan que antiguas construcciones emblemáticas han sido transformadas en basurales o estacionamientos, mientras las casas habitadas enfrentan altos costos impositivos sin recibir beneficios tangibles. Esta carga económica, sumada a la inseguridad, ha forzado a muchos a abandonar el centro en busca de una mejor calidad de vida.

Proyectos como el de reconversión urbana, financiado por un préstamo del Banco Mundial de USD 105 millones, prometen revitalizar el microcentro, incluyendo la recuperación del Parque Caballero y el Banco San Miguel. Sin embargo, estos planes siguen sin avances significativos, y los residentes cuestionan su implementación y la falta de impacto inmediato en la calidad de vida.

En un intento de mejorar la seguridad, el intendente Óscar “Nenecho” Rodríguez anunció la instalación de cámaras en conjunto con la Policía Nacional. No obstante, los vecinos expresan escepticismo, alegando que las cámaras no han disuadido a los delincuentes en otras áreas de la ciudad.

Fuente: ABC Color