El documento tiene como fin, recortar privilegios de las principales autoridades y máximos responsables de las instituciones públicas del país.

Aclararon en este sentido, que apuntan a los ordenadores de gastos, es decir, aquellos que tienen la responsabilidad de dirigir las instituciones y disponer de los recursos presupuestarios de las mismas, es decir, quienes ejecutan todo el presupuesto público y orientan todo el ejercicio de gobierno y la aplicación efectiva de los programas.

«Creemos oportuno dar trámite favorable a esta propuesta, ya que contribuirá a una mayor austeridad fiscal, a entregar un claro mensaje político de responsabilidad y compromiso, así como articular otra serie de medidas coherentes con la emergencia sanitaria declarada por el Coronavirus», señalaron desde la bancada.

Afirman que el erario público no puede seguir soportando el ingreso indiscriminado de funcionarios, mediante favores o con criterios familiares o clientelistas, ajenos al mérito y la aptitud, también se deben reducir los salarios multimillonarios, muchos, incluso inmorales; se deben suprimir las compras innecesarias u ostentosas, así como eliminar los viajes improductivos y la disposición discrecional de recursos públicos. A esto, se refiere el proyecto, pero reiteramos: en relación a las autoridades (que efectivamente tienen el poder de influir), no a los funcionarios en general.

Finalmente, señalan que este proyecto no constituye una reforma del Estado, pero si un paso previo, mínimo y necesario en esa dirección. La reforma que debe proponerse, requiere un enfoque más amplio, integral y con el concurso de todos los paraguayos.