Durante este día, muchas personas eligen ir a ver un partido de fútbol o entretenerse en otras actividades con otras personas. Sin embargo, el camino empieza cuando un domingo no hay partidos de fútbol y no saben qué hacer por no saber socializar y sentirse perdidos.
Ese malestar puede echar a perder el mismo deporte porque conlleva muchas esperanzas que no pueden satisfacer para el aficionado, puntualizó Valenzuela.
“A consecuencia de esto nace la violencia, los fanatismos que llevamos o la gente lleva a los estadios”, indicó al hablar sobre la pasión desbordada.
El obispo de Caacupé se preguntó para qué uno lleva armas a un partido de fútbol o una carrera de caballos.
“A consecuencia de esto, los jóvenes llevan armas a la escuela también porque le enseñamos eso”.
JUVENTUD. En otra parte de su homilía, monseñor Valenzuela habló de lo que señala como manipulación de la diversión de los jóvenes. “Lo malo no son las diversiones nocturnas de la juventud, sino las formas”, especificó.
Y criticó el consumo excesivo de bebidas alcohólicas. “A la noche es tremendo el consumo de alcohol y también de estupefacientes, todo tipo de droga, fumar, etc. En suma la manipulación interesada en la diversión de los jóvenes”.
Dirigiéndose a este sector de la población, realizó una llamada “hacia corazón“ y les lanzó una pregunta. “Te quiero preguntar: ¿Te parece piko (sic) humano y digno que un hijo haga pagar a sus padres bajo la forma de vigilia en la noche, de insomnio, de angustia y hasta de lágrimas amargas para toda la vida por causa de esa diversión a veces hasta altamente peligrosa que está llevando en esas horas?”.
La expresión del día después del sábado, en nuestro lenguaje, ya no nos recuerda la idea de que Jesús ha resucitado, puntualizó.
Ahora el domingo, día del Señor, significa un amanecer luego de una noche de desenfreno, criticó.
Esto trae como resultados los fallecidos por las carreras clandestinas y también los enfrentamientos con armas de fuego. Se preguntó cuántos jóvenes habrán llegado al domingo luego de la noche sabatina. Recordó que el sábado está dedicado a los jóvenes para su sana diversión y no para ser devorados por el descontrol.
A consecuencia de los fanatismos exacerbados y sus expectativas que no son cumplidas surgen los actos y hechos de violencias.
Es tremendo el consumo de alcohol y drogas. En suma, la manipulación interesada en la diversión. Ricardo Valenzuela, obispo de Caacupé.
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