El anuncio lo hizo junto a su hija Chloe Lattanzi, que la ayuda en su lucha contra su enfermedad, en una entrevista publicada recientemente por el diario australiano The Herald Sun. No es porque sea 'antivacuna', como se han declarado varias estrellas de Hollywood, sino porque -según la medicina natural a la que se somete-, le haría daño a su organismo y aceleraría el proceso degenerativo del cáncer de mama de tercer nivel que posee.

"En este momento no lo voy a hacer", dijo algo molesta la artista cuando le pidieron una explicación lógica. Manifestó que está en contra de poner mercurio y pesticidas en su cuerpo, lo que se encuentra en muchas vacunas. "Para mí la medicina real es la que viene de la tierra. Creo que la gente confía en las vacunas porque el médico dice que son seguras y yo solía hacerlo. Si hubiera tenido la oportunidad de tomar hierbas y plantas cuando era bebé en lugar de que me inyectaran toxinas, lo hubiera hecho", manifestó Olivia.

La actriz británica, de 72 años, fue diagnosticada con cáncer de mama en 1992 y, a pesar del tratamiento, hoy se encuentra en la tercera fase de la enfermedad que se ha extendido a otras partes de su cuerpo. 

Chloe Lattanzi, que en algún momento trató seguir el camino artístico de su madre, sin éxito, dirige una granja de cannabis medicinal en Oregón (EEUU) junto a su novio James Driskill. Tienen autorización legal para tener este tipo de cultivos que solo usan en tratamientos y a requerimientos de doctores naturistas.

Defiende la medicina natural, dice que le salvó la vida a su madre y la ayudó a obtener paz interior, le quitó los dolores y frenó la expansión de la enfermedad.