El expresidente de Uruguay, José “Pepe” Mujica, de 89 años, se encuentra en etapa terminal de un cáncer de esófago y permanece en su chacra de Rincón del Cerro, donde recibe cuidados paliativos. La información fue confirmada por su esposa, la exvicepresidenta Lucía Topolansky, quien explicó que la prioridad del entorno cercano es garantizarle calidad de vida en este tramo final.

La progresión de la enfermedad y decisiones finales

En enero de este año, Mujica había revelado públicamente que el tumor se había extendido a otros órganos y que, debido a su avanzada edad y comorbilidades, no era candidato para continuar con tratamientos invasivos. “No me cabe ni un tratamiento bioquímico ni la cirugía porque mi cuerpo no lo aguanta”, explicó entonces en una entrevista con el semanario Búsqueda, donde también compartió una reflexión sobre su condición: “Sinceramente, me estoy muriendo. Y el guerrero tiene derecho a su descanso”. Esta declaración evidenciaba ya su aceptación del proceso y su decisión de afrontar la última etapa de su vida con lucidez y dignidad.

Topolansky explicó que la ausencia del exmandatario en la jornada electoral del domingo respondió a recomendaciones médicas específicas: “El traslado en el vehículo era mucho para él, y la médica le recomendó que no fuera”. En diciembre pasado, Mujica se había sometido a un procedimiento para colocarle un dispositivo que le permite alimentarse e hidratarse con mayor facilidad, y desde entonces su actividad pública se redujo considerablemente. Consecuente con su filosofía de vida sencilla, el expresidente manifestó en la entrevista de enero su deseo de permanecer en su chacra hasta el final: “Yo me voy a morir acá. Ahí afuera hay una sequoia grandota. Está Manuela —su perra— enterrada ahí. Estoy haciendo los papeles para que ahí también me entierren a mí. Y ya está”.

Respeto, legado y dignidad en el tramo final

El actual presidente uruguayo, Yamandú Orsi, referente del mismo sector político, lo visitó días antes de los comicios y confirmó públicamente la gravedad de su estado. Subrayó que Mujica no puede movilizarse y solicitó a la ciudadanía respetar su intimidad. Orsi destacó que incluso en este momento difícil, Mujica continúa siendo una figura de consulta y reflexión dentro del Frente Amplio.

El exmandatario, presidente entre 2010 y 2015, es recordado por su estilo austero, su lenguaje directo y su prédica sobre la simplicidad voluntaria. Durante su mandato, rechazó mudarse a la residencia presidencial, donó gran parte de su salario y continuó viviendo en su chacra, lo que contribuyó a construir su imagen como referente global de la política cercana.

Fuente: La Nación.ar